Marcos Torres Gómez ha sido nombrado administrador parroquial de Santa María das Dores de Lalín, cargo en el que releva al jubilado Manuel Salgado, que lleva desde 1989 en el cargo. El Obispado de Lugo hizo ayer público los nombramientos de quién se hará cargo de algunas administraciones parroquiales entre las que se encuentran varias de la comarca. Además de la iglesia de Lalín, el joven sacerdote tendrá a su cargo las feligresías de San Miguel de Bendoiro, Santa María de Donramiro, Santa Baia de Donsión, San Miguel de Goiás, San Martiño de Prado, San Román da Veiga y Santa María de Xaxán. Si bien, este nombramiento no se hará efectivo hasta el día 5 de febrero.

El párroco tendrá como adscritos a estas mismas ocho parroquias a Daniel Gil González y Carlos Brandido Gutiérrez. Aunque Torres, de 32 años, asegura que no se esperaba este cambio, sostiene que "somos colaboradores del Obispo, él decide en qué lugar va a estar el sacerdote y nosotros somos los que tenemos que colaborar con él". Indica que le informaron de esta posibilidad "no hace muchos días", puesto que " debían, por respecto, por admiración y por agradecimiento a Don Manuel, dejarlo descansar un poco". Tras comunicarle esta posibilidad se hizo real el domingo por la noche cuando se lo confirmaron, haciéndolo público ya en el día de ayer.

De esta manera, el joven párroco lalinense pasará a llevar un total de ocho iglesias. No obstante, algo que más que una acumulación de parroquias, el sacerdote cree que esto sirve para "concentrar los servicios en todo lo que tiene que ver con lo litúrgico en los centros más importantes para no tener que estar gastando energías innecesiariamente". El párroco lalinense explica que "el deseo de Don Alfonso, el Obispo, es que se concentren en la capital y que desde aquí se haga todo". Asegura que esta concentración más que la escasez de nuevos sacerdotes, es debida a la escasez de ciudadanos. "El número de sacerdotes no está relacionado con el número de parroquias sino con el número de población existente, en la Diócesis de Lugo hay 300.000 habitantes, somos 300 sarcedotes, uno por cada mil habitantes, un porcentaje que está muy bien", justifica.

Resalta también "el gran trabajo de Don Manuel" en Lalín, no solo en la comunidad católica, sino también en el todo general. Hace hincapié en "la ayuda que prestó en lo social y todo en silencio, puesto que hay que reconocer que Don Manuel es un sacerdote que no le gusta las cámaras ni los flashes", por esta misma razón el párroco entrante apuesta por "continuar y mantener ese trabajo bien hecho y por lo menos hacer lo mismo o bien, no rebajar demasiado lo conseguido", indica. Aunque no destaca ninguna novedad con su llegada a la administración parroquial lalinense sostiene que "la renovación será la típica de la vida, pues al final esto es lo ocurre, el mundo permance, la iglesia permanece pero las personas vamos cambiando, como en cualquiera organización, algo natural".

Asimismo, reconoce que no tiene otra aspiración que no sea "servir a la iglesia", pues su nombramiento como administrador parroquial no le exige una permanencia que sí existe en un párroco como tal, por lo que no sabe el tiempo que ostentará este cargo en la cabecera comarcal.