La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha remitido estos días un aluvión de cartas a negocios lalinenses en las que advierte a sus titulares de la obligación de cumplir con sus obligaciones con esta entidad privada por simplemente tener en sus establecimientos un aparato de radio o una televisión encendida. Esta situación ha generado un enorme malestar entre los comerciantes por entender que la medida es injusta y que solo tiene un fin recaudatorio cuyo fundamento legal debería ser cuando menos discutible.
Las misivas, fechadas en la segunda semana de este mes, proceden de la delegación en Galicia de la SGAE, situada en Santiago de Compostela. En el encabezado se indica al propietario del negocio que utiliza públicamente repetorio administrado por esta socidad desde al menos una fecha que, en casos, parte desde comienzos o mediados del año pasado. Mediante un teléfono de contacto y la identidad del representante de zona se conmina a los comercios a que en el plazo de 15 días se proceda a solicitar ante esta entidad autorización para poder, por ejemplo, habilitar un aparato de radio para emitir música, "mediante la suscripción del oportuno contrato". Y le ofrece como alterantiva, básicamente, que prescinda de utilizar estos electrodomésticos de uso cotidiano en su negocio. Pero además el mismo plazo se concede para abonar los derechos devengados, de acuerdo con las tarifas vigentes. El dinero que se reclama depende de las dimensiones de los negocios y de los plazos. En algunos casos los derechos que se exigen por el período comprendido entre mayo del año pasado y mediados del pasado mes de diciembre es de casi 340 euros. Otros negocios de menor tamaño deberían abonar más de 200.
Según las tarifas de 2016 los comercios o tiendas deberían pagar al mes por el repertorio musical en propiedad de la SGAE entre 7 y 42 euros en función del tamaño del local. Mientras que por tener música y un soporte audiovisual las tarifas oscilan entre los 9,35 y los 56 euros al mes. A bares, cafés, cervecerías, restaurantes o tabernas se les aplica una tasa de entre 16,5 y 27,5 euros. Si nos ceñimos a los restaurantes, en función de su categoría, esta sociedad privada reclama entre 75,3 y 160 euros mensuales. Grandes almacenes, supermecados, hipermecados y centros comerciales están, para la SGAE, sujetos al abono de sumas que parten desde los 27 euros y se disparan ha los casi 2.200. Las tarifas incluyen más de un centenar de referencias de actividades económicas; es decir, nadie se escapa a los requerimientos de una socidad con más de 400 empleados.
