La iniciativa Extractus comenzó a andar en febrero del año pasado, y no verá resultados en el mercado hasta 2019. Se trata de un proyecto pionero a nivel estatal en el que está involucrada una empresa lalinense, Proquideza. Su gerente, Javier Polo, y el responsable de I+D. Manuel Núñez, dieron a conocer ayer los avances de este programa junto a las otras tres pymes que participan en el mismo: Bosques Naturales, Gefico y Posada Marron Glacé.

Proquideza es especialista en la venta de productos químicos de limpieza y desinfección para el sector de la ganadería y la industria alimentaria. Consciente de la necesidad de caminar hacia un mercado más respetuoso con el Medio Ambiente, se plantea la posibilidad de usar subproductos de origen natural, como la cáscara de castaña, las bellotas o los restos de poda de especies autóctonas para obtener extractos que potencien la acción de productos desinfectantes que se utilizan en las camas de los animales, la limpieza de las ubres o incluso en los fregasuelos de las industrias.

Para ello, Proquideza dispone del laboratorio en el que se diseñan esos nuevos productos. Pero precisa completar el ciclo de obtención y tratamiento de los materiales naturales. Aquí es donde entran en acción dos empresas vinculadas a la producción forestal. Por un lado, Bosques Naturales, que dispone de 350 hectáreas de monte en Arzúa y Boimorto. Su responsable de Biotecnología, Ricardo Licea, explica que en esta parcela se produce madera de nogal y cerezo, con plantaciones residuales de eucalipto. Es una producción sostenible, de modo que se opta por el pastoreo de ovejas en lugar de, por ejemplo, usar productos químicos para la eliminación de maleza.

Bosques Naturales aportará los restos de poda, mientras que la firma ourensana Posada Marron Glacé ve en este proyecto una forma de dar salida a los residuos de cáscara de castaña que va acumulando durante el proceso de transformación de este producto. Su director de Calidad, Marcos Guimarei, avanza que en breve también quieren aportar al proyecto otros productos como bellotas.

Una vez que se dispone de estos residuos, entra en acción Gefico, la empresa con sede en Cerceda especializada en la desalinización del agua de mar para su uso como agua potable. La directora de Ingeniería de esta firma, Marta Herva, explica que la idea es desarrollar una unidad de secado de los taninos presentes en estos productos forestales para, mediante un proceso de evaporación, convertirlos en polvo. Los taninos -que están presentes en alimentos como las uvas o las manzanas- tienen un gran poder antioxidante, y de ahí que su paso por el laboratorio para crear nuevos productos de desinfección sea una alternativa a los materiales derivados del petróleo.

Por ahora ya se han elaborado prototipos con diversas aplicaciones. En el presente ejercicio se continuará avanzando en la investigación y en 2018 se definirán los productos finales, para posteriormente abrir mercados a nivel internacional. El proyecto cuenta con una subvención de los fondos Feader y requiere, en estos tres años, una inversión de un millón de euros.