El cuatripartito presentó vía urgente una moción para solicitar a la TVG que mantenga la Gala do Cocido, por ser "un vehículo importante de promoción, con un share de unos 100.000 espectadores, y porque, aunque a mi no me guste, sí le gusta a mucha gente de Lalín", expuso el regidor. "Me parece muy bien, pero así no se hacen las cosas", replicó Crespo, que pidió "más mano izquierda" a su sucesor, a la par que lo tildaba de "torpe político" por haber acusado al PP de estar detrás de la decisión. Sin embargo, Cuiña insistió en que tenía información de primera mano de que había sido una "decisión política" y precisó que un directivo muy próximo al PP había dicho en una reunión interna que no le iban a dar "esa plataforma al hijo de Cuiña". "¿Por qué no se la suspendieron entonces este año?", inquirió Crespo. "Ya había habido tensiones y nos metieron un gol con la iluminación (13.000 euros a mayores)". Crespo negó que tuviese información previa de Rosa Vilas (directora de RTVG) y recordó que también en su etapa le habían puesto pegas, pero que había sabido negociar para mantener el evento televisivo, cuyo coste rondó el año pasado los 100.000 euros, de los que Lalín aportó unos 40.000. Tras los rifirrafes, la propuesta salió adelante por unanimidad.

Acto seguido, Juan José Cruz presentó otra moción in voce para que, de no realizarse la gala, se destine su coste municipal a actuaciones de servicios sociales que él mismo se encargaría de detallar más adelante. Cuiña replicó que el Concello maneja un "plan B" para la entrega de los Premios de Gastronomía de Galicia, que también requería una inversión. Vilariño pidió "seriedad" y que no se mezclen asuntos que nada tienen que ver. Al final, la moción quedó para el pleno de enero, pues entonces ya se sabrá si hay o no Luar do Cocido. Eso sí, el edil no adscrito propuso que, si no puede ser en Lalín, el programa se haga en el plató habitual de los viernes con actuaciones de artistas locales.

Subida de tono de Cruz

Cruz presentó una moción para crear un reglamento orgánico de funcionamiento del Concello -incluido el pleno-, instar al gobierno a iniciar los trámites para crear unas bases que regulen la concesión de las distinciones Lalinense do Ano y a modificar una parte de las que rigen el premio Aldea Singular. El alcalde se otorgó la competencia de los "reglamentos" de ambas distinciones, ante lo que el secretario terció para matizar que si se crean reglamentos la competencia será del pleno, aunque si son bases, como Aldea Singular, si son potestad del regidor. Jorge García fue interrumpido constantemente, ante el pasmo general, por el concejal no adscrito con voz subida de tono: "Los técnicos municipales vienen aquí a retorcer las cosas", espetó al secretario, a quien pidió informes sobre su expulsión en un pleno anterior y la posible ilegalidad de Lalinense do Ano. El edil aludió a su expulsión en un pleno anterior para cuestionar su legalidad, pues no descarta llevarla a los tribunales y pedir la inhabilitación del alcalde. Recibió el apoyo de Crespo, que la tildó de "excesiva", aunque "no sé si ilegal", y le propuso una enmienda para que los jurados de ambos premios tengan una representación "lo más proporcional posible" de la corporación. Cruz aceptó la matización y la iniciativa salió adelante con la oposición del cuatripartito.

En el turno de ruegos y preguntas, Antonio Rodríguez (PP) pidió que se reitere a la Diputación el desbroce de la carretera Vilatuxe-Prado y el esparcimiento de sal en sus vías en estos días de helada. El alcalde le otorgó "toda la razón".

Por último, Crespo rogó a Cuiña "que, cada vez que tiene un problema, no cree una cortina de humo con el PP, conmigo o con Román [Rodríguez]", con quien negó las malas relaciones que le atribuye el alcalde. "El PP lo ningunea y usted no lo merece. Siempre lo consideré un amigo y me parece injusto el comportamiento que están teniendo con usted", contestó Cuiña. "En mi partido me respetan; si no, no sería senador", apostilló Crespo.