Ya es una estampa típica de Deza y Tabeirós-Montes: en un parque, hay más ancianos sentados en bancos tomando el sol que niños jugando en los columpios. Así lo confirman los datos del IGE para este 2016 a punto de terminar: las comarcas suman 6.794 infantes de hasta 14 años. Son el 9,7% de un total de población de 69.961. Pero es que, frente a ellos, se colocan 20.721 que tienen 65 o más años, y que son, por tanto, el 29,% del global. Por comarcas, Deza cuenta con 4.156 chavales de hasta 14 años, y Tabeirós-Montes, con 2.638. Por su parte, hay 12.513 mayores de 65 en Deza y 8.208 en A Estrada, Cerdedo y Forcarei.
La tremenda brecha que ya se da en la actualidad entre la población más joven y la más veterana se agudizará dentro de cinco años, según las proyecciones de población del IGE. En 2021, la población de hasta 14 años será de 6.146 vecinos, es decir, baja ya en 650 personas, mientras que la de los jubilados alcanza los 20.494. Curiosamente, en cinco años también desciende la población más envejecida, al recortarse en 227 vecinos. Aún así, según las matemáticas habrá 3 jubilados por cada niño o adolescente.
El IGE permite ver la evolución demográfica del norte pontevedrés hasta dentro de 15 años, en 2031. En esa fecha, la población total de las dos comarcas será de 59.468 personas, de modo que en 15 años se habrán perdido 10.493 habitantes o, lo que es lo mismo, más que todos los residentes que tiene hoy el casco urbano de Lalín. Ello se debe a la profunda caída de la natalidad, una circunstancia que se vive en las comarcas ya desde hace tiempo. En este 2016, los nacimientos proyectados fueron 364, que en 2021 pasarán a 301 y en ese 2031, dentro de 15 años, habrán bajado a los 233. Por eso, dentro de tres lustros la población infantil y adolescente será de 4.387 personas, mientras que la de más de 65 años llegará a las 20.875, de manera que habrá un niño por cada cinco jubilados. Además, tras ese descenso de los pensionistas en 2021, diez años después la cifra ya supera los 20.721 que se contabilizan en este 2016.
Sobra decir que los niños y adolescentes de hoy serán, a corto plazo, la población activa que sustente al resto de vecinos dependientes. En la actualidad, en las comarcas se contabilizan 8.818 jóvenes de 15 a 29 años y 33.628 que se sitúan entre los 30 y los 54 años. Suponen, respectivamente, el 12,6 y el 48% de la población global. Pues bien, dentro de cinco años estos dos sectores de la población también se verán mermados: el padrón contará con 7.796 jóvenes de entre 15 y 29 años (cae en 1.022 personas) y 31.949 de 30 a 65 años (pierde 1.679). Las diferencias son aún mayores si tomamos las previsiones del año 2031: en esa fecha, Deza y Tabeirós tendrán 7.134 jóvenes (es decir, en 15 años habrán perdido 1.684) y 27.071 de entre 30 y 64 (bajan 6.557). En porcentaje, serán el 11,9 y el 45% del global, de modo que ambos pierden peso.
Las mujeres, más longevas
A decir verdad, el descenso de población se da prácticamente en todos los sectores, salvo en los de edad más avanzada. Los datos de este 2016 indican que en la zona residen 4.182 personas de entre 85 y 99 años. Pues bien, en 2021 serán algo menos, 4.014, pero de cara a 2031 aumenta la cifra hasta las 4.704, de modo que en 15 años crece en 522 personas. Ocurre algo similar con los vecinos que rebasan los 100 años: en la actualidad hay 77 casos (26 en Deza y 51 en Tabeirós-Terra de Montes). Dentro de un lustro la cifra bajará a los 67, pero es que en 2031 el padrón certificará 112 centenarios: 83 entre los seis municipios dezanos y 29 entre A Estrada, Forcarei y Cerdedo. A modo de curiosidad, las proyecciones del IGE demuestran que las mujeres son más longevas: de esos 112 centenarios que habrá dentro de 15 años, 94 serán féminas frente a sólo 18 varones, mientras que de 0 a 14 años, se contarán 2.120 mujeres y 2.266 hombres.
