El Concello de Lalín pretende invertir una media de entre 700.000 y 800.000 euros al año solo en asfaltos de vías en el rural, tal como indicó ayer el edil Miguel Medela. Sin embargo, este año la inversión se quedó en unos 190.000 euros para cinco pistas, pues 430.000 euros destinados a otras catorce vías fueron "paralizados" por el PP, si bien serán invertidos en 2017. "El rural no está tan bien como nos dijeron", apunta el edil, que pone como ejemplo los accesos a dos lugares habitados de Donsión (A Moa y Fondevila), "aún en zahorra".

El cómputo global en mejoras viarias asciende a 317.000 euros, incluidos los trabajos de conservación en caminos de zahorra, limpieza cunetas, aparcamientos o campos de festejos. La mayor inversión en asfaltados corresponde al Plan Marco, de la Xunta, dotado con 130.000 euros y destinado a sendos asfaltados en Erbo y Goiás. Con 60.000 euros de fondos provinciales se financiaron tres pistas en Moneixas, Sello y Soutolongo. Los otros 127.000 euros fueron para conservación de 14 pistas de zahorra, a menudo con la colaboración de la maquinaria de la Mancomunidad: La que une la carretera de A Xesta con el acceso a Bustelo, Acebedo-Zobra, tres caminos en Maceira y otros dos en Catasós (Pozo Negro y una entrada) y Botos y uno en Goiás (Pareizo), Vilanova, Doade, A Veiga y Moneixas (vía de servicio). Hubo actuaciones en cinco campos de la fiesta y/o aparcamientos: Vilatuxe (junto al cementerio), Vilanova (delante del teleclub de Costoia), A Veiga, Puxallos y Bustelo. Con pala y niveladora se arreglaron tres caminos en Castro -parroquia de la que el alcalde, Rafael Cuiña, dice que "parecía Sarajevo"-, uno en Vilatuxe y otro en Méixome. La limpieza de cunetas llegó a las parroquias de Soutolongo, Galegos, Bermés, Vilatuxe, Castro, Barcia, Méixome y Cristimil.

La inversión en locales sociales fue de 70.000 euros, de los que casi la mitad se los llevaron las ampliaciones de Moneixas y Noceda. Las demás obras se hicieron en Bustelo, A Xesta, Galegos, Donsión, Castro, Moimenta, Botos y Cercio. En Prado existe un proyecto redactado para el próximo año y "hay que dar una vuelta" a los de Val y Catasós, en palabras de Medela. Hubo arreglos de dos palcos en Goiás, uno en A Xesta y otro en Cercio y de marquesinas en Gresande, Xaxán, Filgueira, Madriñán, Soutolongo y Noceda.

La conservación de fuentes y la dotación de muros de contención y canalizaciones de agua absorbió 12.000 euros este curso. Los manantiales acondicionados están en Soutolongo (4), Lalín de Arriba (2), Madriñán, Barrio (Sello) y Torguedo y Catasós. Fueron una decena de fuentes, pero el gobierno pretende alcanzar el centenar en sus cuatro años de mandato. En Sixto (Anzo), Prado y Gresande se realizaron muros de contención y en O Corpiño una recogida de pluviales. Las traídas de agua correspondieron a Bermés y Goiás y próximamente se hará la de Xaxán.

33 puntos de luz

La dotación o renovación de puntos de luz constituyen una de las principales demandas de los vecinos. Con un coste medio de entre 200 y 300 euros cada uno, hubo actuaciones en 33, distribuidos entre distintos lugares de Busto, Cristimil, Vilatuxe, Santiso, Noceda, Camposancos, A Xesta, Botos, Filgueira, Xaxán, Palio, Cercio, Bendoiro, Soutolongo, Moimenta, Lagazós, Vilanova, Goiás y Gresande.