El que debería ser el pleno más importante del año en Agolada, el de presupuestos, se despachó en poco más de media hora y sin ningún tipo de análisis por parte de los tres ediles de la oposición, que se limitaron a decir que se abstenían porque los presupuestos de 2017, cifrados en 1.696.942 euros, eran continuistas -como los calificó el propio alcalde, Ramiro Varela- y porque no incluían una partida específica para luchar contra la violencia de género.

Los concejales del grupo de no adscritos ni siquiera quisieron saber de dónde proceden esos 100.000 euros en que sube el presupuesto con comparación al de este 2016 (que es de, exactamente, 1.595.459 euros). Estos 100.000 euros a mayores se consiguen, según indica el edil de Facenda, Héctor Martínez, gracias a una subida en la recaudación de los presupuestos directos: aumentan en 14.700 euros y llegan a los 433.300. Martínez recalca que no sube el tipo impositivo, sino el padrón. Ocurre algo parecido con las tasas: de los 194.810 se pasará el año que viene a 244.610, es decir, aumentan en 49.800 euros. Ello se debe a que aumentan los usuarios del SAF y, con ello, la recaudación por el copago del servicio. No varían, por otra parte, los impuestos indirectos, que por tercer año consecutivo se mantienen en los 15.000 euros.

Otro apartado que tiene que ver con el aumento del presupuesto de Agolada es la inclusión de los en torno a 20.000 euros que percibirá el Concello por los tributos que deben abonar las empresas de telefonía y las eólicas. Figura, de igual modo, alguna subvención concedida por la Xunta, como la del programa Aprol, mediante el que se contrataron a cinco personas.

Es, precisamente, en el apartado de personal donde se gastarán esos 100.000 euros más de presupuesto. Esta partida pasa de los 726.146 euros de este año a los 825.143 del que viene. Las inversiones reales siguen siendo, por segundo año, de 160 euros, una cifra simbólica ya que se prefiere esperar a conocer con exactitud qué ayudas destina la Xunta y la Diputación. Sometida a un plan de ajuste desde 2012, Agolada destina a pasivos financieros 180.100 euros, casi 2.000 menos que este año.

El pleno se celebró en la Casa de Cultura, por cuestiones de accesibilidad, y en el público se hallaban tres exediles: José Rivas, Manuel Ferro y Alfonso Sucasas. Sí hubo unanimidad a la hora de votar el bautismo del futuro auditorio como Manuel Costa Casares. Ninguno de los ediles mencionó la propuesta que circula por las redes sociales de dar a este inmueble el nombre de José Oro Val, compositor y refundador de la Banda de Brántega, amén de director de diversas formaciones.