Como en los cuentos infantiles, también en la vida real es perjudicial ser excesivamente confiado. Predispone a convertirse en víctima de los amigos de lo ajeno que buscan oportunidades para perpetrar robos, timos o estafas.
Así se desprende de la charla que el sargento de A Estrada, Luis López Dapena, impartió ayer en el Novo Mercado al amparo del Plan Mayor de Seguridad de la Guardia Civil. Ante un público formado mayoritariamente por personas mayores cuyas condiciones psicofísicas les hacen más vulnerables, les previno contra el "exceso de confianza" que les puede hacer caer en "dejar entrar" a desconocidos a su casa o en fiarse de quien llama a su puerta porque va "bien vestido", lleva un uniforme "que puede ser falso"o tiene "dotes de convencimiento" y se hace pasar por revisor de gas o luz esgrimiento "acreditaciones falsas". Sin alarmarles porque, aseguró, en esta comandancia "estamos muy por debajo de la media nacional" en delitos, dijo que hay que estar "alerta" y "atentos" para evitar que se produzcan delitos y fijarse en datos -matrículas o rasgos físicos- que puedan ayudar si suceden a esclarecerlos y así mejorar la seguridad. "Solemos esclarecerlos rápidamente", afirmó.
Dio sencillas nociones básicas. No se debe dejar la puerta abierta ni las llaves bajo el felpudo, sobre todo en el rural, donde que "nunca pase nada" incita a la confianza. Puede pasar. "Los delincuentes se aprovechan de ese exceso de confianza" para robar joyas, dinero y objetos de valor como maquinaria agrícola (desde desbrozadoras a máquinas de cortar leña).
Tampoco se debe dejar pasar a extraños que dicen ser de una empresa de gas o electricidad que previamente no ha enviado aviso. Gas Natural-Unión Fenosa siempre avisa por carta antes de la visita de qué día, qué técnico y qué número de identificación porta. Además, su personal no cobra en efectivo. Siempre factura la empresa a posteriori. Esos delincuentes suelen venir de dos en dos. Una vez han accedido al domicilio, "uno distrae al morador y otro sustrae o hurta cosas de valor". Su inventiva es notable. Algunos dicen venir de Cáritas, otros de Cruz Roja y otros incluso afirman vender publicidad para una revista de la Guardia Civil. La revista de la Benemérita "ni llama a ningún domicilio ni pide publicidad", remarcó López.
Finalmente advirtió que no se debe entregar DNI ni número de cuenta porque con una simple fotocopia pueden dar de alta una línea telefónica o pedir un crédito. Demostrarlo después es latoso. "Se trata de estar pendientes y ante cualquier situación extraña llamar al 062", aconsejó.
