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Reacción tras el accidente mortal

Barbude urge a ensanchar y dotar de arcenes el vial de Paradela para evitar nuevos atropellos

Amigos do Castro de Barbude convocará a colectivos vecinales de parroquias próximas para demandar juntos la mejora de la carretera A Estrada-Ponte Ulla - Reclama más iluminación y arcenes en los núcleos de población

El nulo arcén existente en la carretera de Paradela dispara su peligrosidad. // Bernabé / Adrián Rei

El accidente mortal registrado a última hora de la tarde del lunes en Paradela ha vuelto a reavivar el debate sobre el transitado vial PO-213 que comunica A Estrada con Ponte Ulla, conocido como carretera de Paradela. Entre los vecinos y usuarios del vial no se hablaba ayer de otra cosa. Independientemente de las circunstancias concretas de ese siniestro, la asociación Amigos do Castro de Barbude estima que la peligrosidad del tramo es algo que viene "advirtiendo desde hace mucho tiempo", sin que la administración competente haya escuchado su reivindicación de ensanche y dotación de arcenes e iluminación a esta transitada carretera a fin de evitar que antes o después puedan volver a producirse nuevas desgracias. Por eso, en fechas próximas el colectivo proyecta convocar a entidades vecinales de parroquias próximas para demandar juntos ante todas las fuerzas políticas que integran la corporación municipal de A Estrada y la Xunta como titular de este vial la mejora de esta transitada carretera.

Amigos do Castro de Barbude valora que la Xunta haya aplicado firme antideslizante en el tramo y que haya colocado balizas reflectantes para mejorar la visibilidad. Pero agrega que las deficiencias de esta importante vía de comunicación -un vial autonómico que comunica dos provincias, la de Pontevedra y A Coruña, además de servir de acceso a la autopista- ponen en continua situación de riesgo a peatones, ciclistas y conductores.

Y es que, según fuentes del colectivo, el ancho de cada uno de los carriles de la PO-213 es de 2,5 metros. Es prácticamente el mismo que tienen muchos de los camiones que a diario circulan por el vial. Ello ha dado al traste con muchas de las balizas reflectantes instaladas recientemente en el tramo y también ha motivado que, para evitar nuevos choques con estos dispositivos, muchos conductores tiendan a alejarse lo más posible de dichas balizas. Y dado el angosto trazado -muy estrecho y sinuoso- resulta inevitable que los camiones se vean obligados a pisar la línea continua e incluso a invadir parte del carril contrario para circular por el tramo, explican miembros de Amigos do Castro de Barbude, que han grabado un vídeo demostrativo circulando detrás de un camión. Su intención no es ni mucho menos que se le prohíba circular por el vial al tráfico pesadoNo quieren perjudicar a la economía de empresas ya castigadas por la crisis. Pero quieren evitar que pueda haber un choque frontal con otros vehículos y muy especialmente con el autobús escolar, que pasa a diario por el tramo. Los padres "viven en una angustia permanente pensando lo que puede pasar" ante un mínimo retraso del horario previsto de llegada del autobús.

Desde la asociación Amigos do Castro también pretenden garantizar la seguridad de los vecinos de las parroquias que cruza el vial. Amigos do Castro de Barbude subraya los riesgos para automovilistas y peatones de que la carretera A Estrada-Ponte Ulla carezca de arcén. Ello incrementa para los conductores el riesgo de sufrir una salida de vía y precipitarse por alguno de los acusados barrancos que hay en la zona. También corren el riesgo de encontrarse con un peatón que invada la calzada. No piden "grandes obras" pero sí "un arcén mínimo" para mayor seguridad de ciclistas" (que pasan por la zona el fin de semana), usuarios de vehículos lentos como los tractores y, sobre todo, peatones.

Y es que, tras la mejora del firme y de la señalización de l vial PO-213 efectuados por la Xunta recientemente -y que supuso una delimitación de cada uno de los carriles, son muchos los propietarios de fincas colindantes que no pueden acceder a sus fincas como hacían antes, a bordo de un vehículo. Se ven obligados a dejarlo a "100, 200, 300 y hasta 500 metros" y a jugarse su integridad física caminando como peatones por un vial que carece de arcén. Lo mismo le ocurre a los vecinos de los lugares que cruza el vial. Ir a casa de un vecino es "peligrosísimo".

A todo ello cabe añadir la falta de iluminación -incluso en tramos habitados, tras el apagado selectivo de puntos de luz efectuado por el Concello. Fuentes de Amigos do Castro de Barbude señalan que acrecienta la peligrosidad del vial. Un vehículo que circule de noche si se cruza con otro en sentido contrario no tiene cómo esquivar a un peatón que camine por la calzada.

Por todo ello, Amigos do Castro de Barbude urge a que la Xunta realice una actuación similar a la que hizo en los últimos años en el vial Callobre-Ponte Ledesma. No le importa que se ejecute por fases. Pero tiene claro que mejorar el tramo es una necesidad, algo que urge hacer.

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