Lleva más de sesenta años jugando al dominó, juego en el comenzó de manera autodidacta. Osvaldo Vilariño González es un vecino de Lalín muy conocido por estar al frente del Restaurante Hostal As Vilas, aunque se le puede ver casi todas las tardes jugando al dominó en el centro social de la cabecera comarcal dezana. Vilariño es uno de los fundadores de la recientemente creada Asociación Comarcal de Dominó do Deza.
-¿Le pilló la Marcha Verde cuando estaba haciendo el servicio militar en el Sáhara español?
-Éramos tres hermanos porque el mayor ya murió. Yo dejé de estudiar y no se me dio por emigrar como hizo algún hermano mío porque yo siempre fui un poco señorito. Estuve haciendo la mili en Transmisiones en el Sáhara cuando se ganaba mucho dinero allí, la verdad y no, no me pilló, porque hice el servicio militar en el 63, mucho antes de que pasara todo aquello de la Marcha Verde. Recuerdo que entonces los sueldos de los militares destinados allí eran muy buenos porque les pagaban el doble que a los que estaban en la península .
-¿Cómo surge la iniciativa de crear un colectivo comarcal dedicado en exclusiva al dominó?
-La asociación se creó porque para poder organizar un torneo autonómico tienes que tener un equipo federado. Lo cierto es que ya teníamos antes un equipo hecho, pero la gente dejó de aparecer para jugar las partidas. Ahora en la asociación somos unas seis o siete parejas, pero al final veremos cuántos nos juntamos porque los hay que tienen problemas para poder venir a las partidas que jugamos.
-Sáqueme de dudas: ¿El dominó es un deporte o un juego?
-Para mí el dominó es un juego entretenido y no un deporte, aunque esté federado. Me parece un juego muy interesante porque una partida de cuatro personas da para mucho, y a mi me gustó desde que lo empecé a practicar. Es un juego con el que se puede pasar muy bien, y por eso los que nos juntamos aquí en Lalín.
-¿Sigue siendo un juego asociado a hombres de mediana edad o es posible seducir a los jóvenes con una asociación como la de Lalín?
-Los chavales de hoy en día están todos liados con los teléfonos y las redes sociales, y no se prestan a jugar tanto al dominó como hacíamos nosotros cuando tenías su edad. Date cuenta de que yo empecé a jugar al dominó a los 11 años sin que nadie me enseñara. De todas formas, en la asociación tenemos una pareja de jóvenes de Soutolongo, pero el otro día no vinieron. Espero que algún día eso cambie y podamos mantener el número de parejas de dominó en Lalín.
-¿Qué hay que tener para ser un buen jugador de dominó?
-Lo primero que hay que tener en cuenta es el dominó siempre es una cosa entre dos compañeros para llegar hasta el final y terminar. En el dominó se llega al final y a la victoria ayudándose uno al otro. Es indudable que para jugar bien al dominó hay que tener una buena memoria para recordar todas las fichas que se juegan para poder ganar y, sobre todo, repetirlas a tu compañero. Si tu no se las repites es muy difícil que podáis hacer una buena pareja y ganar las partidas.
-¿Es bueno jugar siempre con el mismo compañero?
-Lo importante es compenetrarse, aunque vayas variando de pareja con el tiempo. Yo empecé a jugar con Ángel Rodríguez, y fuimos juntos al campeonato gallego que se disputó en dos jornadas distintas en Narón y en Ferrol, donde ganamos el primer premio. Eso fue en el 2004. Prácticamente le enseñé yo a jugar al dominó. Dejamos de jugar juntos porque hay días en los que no se dan nada y dejó jugar las últimas partidas que disputamos. Ahora estoy con José Alonso Rodríguez, de O Carballiño, que es muy buena persona y con el que ya ganamos en 2013 el Gallego que se jugó en el restaurante El Bosque de Cambre, un sitio muy bonito.
-¿Quién manda en la pareja de jugadores de dominó? ¿Alguno de los dos debe llevar la voz cantante?
-En realidad, ninguno de los dos es el que manda porque, como te decía, se trata de compaginarse. Los que hay que dicen que las fichas de su pareja no las matan pero yo nunca entendí eso. Lo comparo con el fútbol, cuando un jugador va siempre con el balón y no lo pasa corre el riesgo de perderla. Sin embargo, si la pasa a un compañero siempre tendrá la opción de que se la devuelva porque también se trata de un deporte de equipo. Es fundamental compenetrarse con tu compañero. Siempre hay que dar las fichas que defiende tu pareja.
-¿Hay buenos jugadores de dominó en la comarca?
-Lo cierto es que buenos no hay muchos. En el centro social jugamos Ángel, Montoto y yo porque no hay otro sitio para hacerlo. Solemos jugar casi todos los días por la tarde, pero es complicado conseguir gente para completar un campeonato. Antes era distinto, incluso había jugadores en Silleda que no lo hacían nada mal. Aquí, en Lalín, se jugaba mucho en el café de Camilo en sus mesas de mármol.
-¿Por qué piensa que hay tan pocas jugadoras de dominó? ¿Le gusta a las mujeres este juego o no?
-Yo creo que sí les gusta, pero pienso que se dedican más a jugar a las cartas. Recuerdo a una mujer que jugaba mucho en Vigo y en A Coruña, pero que también le pegaba al mus, según nos comentaba su marido cada vez que la queríamos localizar para invitarla a algún torneo. Hay una en Soutolongo que es cubana y que juega muy bien.
