El alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, acusa al portavoz municipal del PP, José Crespo, de estar "tan centrado en Madrid que parece que ni le interesa ni preocupa ni se entera de lo que pasa en Lalín". Considera que solo "desde el más absoluto despiste", o desde una "evidente mala fe política", se entiende que se atreva a expresar dudas infundadas sobre que el Concello tenga elaborado el plan municipal de empleo.

El mandatario dice que el programa está hecho y que "así se lo comunicamos verbalmente a la Consellería de Emprego para poder ir de la mano con ellos de la manera más constructiva en una iniciativa esencial para intentar poner soluciones a la lacra del paro". Añade que bajar el desempleo es, "uno de nuestros objetivos prioritarios y por eso activamos una propuesta con un enorme esfuerzo presupuestario". Dice que sorprende que el PP esté tan preocupado por el desarrollo de una iniciativa municipal, cuando a quien realmente le tendrían que estar pidiendo explicaciones es "a sus compañeros de la Xunta de Galicia, que son los que tienen las competencias en materia de empleo y los que deben autorizarla".

Asegura que el gobierno local no va "a admitir lecciones sobre creación de empleo de un partido que tiene el récord histórico de parados en Lalín y que miró hacia otro lado durante años, tanto desde el Concello como Diputación o Xunta". Recuerda que frente a este escenario el número de parados bajó en más de 150 personas el último año. Lamenta que Crespo tenga a falta de escrúpulos de poner en duda la capacidad de gestión de un gobierno que "lleva meses amañando todas las desfeitas que nos dejó en herencia el PP, con ejemplos "tan lamentables como su política de contrataciones en fraude de ley y que le va a costar una enorme cantidad de fondos públicos a los lalinenses". Frente a esto cita datos económicos que demuestran su eficacia en la gestión como que ahora hay más dinero en caja que se debe a los bancos.

Por otro lado, el Concello anunció el fin de las obras en el centro social de Noceda. El alcalde y los ediles de Rural y de Obras acudieron a este núcleo para comprobar junto con el alcalde de barrio el remate de unas tareas "con las que estamos especialmente satisfechos y que casi permitirán a la parroquia contar con un centro social nuevo". Este proyecto se hizo conjuntamente con la reforma del centro social de Moneixas, destinando en ambos un total de 32.000 euros de los que la mitad sirvieron para la citada a remodelación.

Los trabajos tuvieron el objetivo principal de mejorar el local permitiendo su uso completo como una única unidad ya que anteriormente estaba conformado por dos estancias aisladas. La comunicación de estos espacios se realizó mediante la apertura de una puerta de unión en el muro común. Paralelamente se ejecutó la sustitución completa del falso techo existente de madera en la parte más antigua por otro de planchas de escayola, debido a que el anterior estaba muy deteriorado por el paso del tiempo. También se mejoró la instalación eléctrica, se aplicó una nueva capa de pintura a todo el interior y se cambiaron las ventanas de madera anteriores por otras de aluminio.