La lucha por dotar a Vila de Cruces de un Punto de Atención Continuada (PAC) se remonta a 2001, cuando se puso en marcha el de Silleda, que en teoría da servicio a los dos municipios pero que en la práctica apenas atiende a pacientes cruceños porque éstos optan por acudir directamente al Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.
Cada cierto tiempo, el BNG retoma esta petición, y en los últimos meses parece que ha avanzado, pero dando escasos pasos y además muy pequeños. En septiembre volvió a lanzar la moción que había presentado año y medio antes, en febrero de 2015, y de forma inmediata el alcalde, Jesús Otero, nombró una comisión de seguimiento que se encargará de exponer esta demanda al conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña. En esa comisión se integran el número dos del PP, Manuel Souto, el portavoz del Bloque, Xoán Blanco, y la número dos de los socialistas, María del Carmen Silva. Y éste ha sido, precisamente, el último avance en la demanda de un PAC, la puesta en marcha de una comisión que no solo todavía carece de una cita formal con el conselleiro, sino que incluso tampoco se han reunido sus tres miembros para preparar los argumentos en los que apoyar la demanda de las urgencias.
Otero admite que aún no se tramitó la solicitud del encuentro, porque se decidió esperar a que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, configurase su equipo de conselleiros después de las elecciones del 25-S. Prefiere no aclarar si cree que Vila de Cruces tiene posibilidades de disponer de un PAC, y se limita a recordar que "se trata de una vieja demanda que se intentó ya con la Xunta bipartita".
Mientras tanto, desde la oposición Xoán Blanco apunta que "seguimos esperando a que se nos diga cuándo será la reunión", y recalca que la dotación de un PAC permitiría, sobre todo, atraer nueva población a Vila de Cruces. Pero es que incluso la situación actual del centro de salud tampoco es la idónea, "porque no se están cubriendo ni bajas ni vacaciones, y si de cara a Navidades tampoco se van a cubrir las ausencias de médicos y enfermeros, seguro que va a haber problemas de atención". Este ambulatorio dispone de cinco médicos de cabecera, tres ATS y una matrona, pero en el último año perdió el servicio de pediatría, según datos del Sergas.
