Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El pasado jubilar de Codeseda, en el campanario de su iglesia

Codeseda Viva pone en valor una cruz similar a las de la catedral de Santiago y piedras con escenas de la Epifanía y con viejas pinturas

En piedras del campanario hay iconografía de la Epifanía con oferentes.

Son seres inertes pero las piedras hablan. Pueden relatar la historia y remitir al presente de un pasado lejano. Solo necesitan a alguien dispuesto a escucharlas. Y en la parroquia estradense de Codeseda tienen a Jorge Fernández y a Codeseda Viva, empeñados en escuchar lo que les dicen para poder así componer el mosaico de la historia parroquial. Su incansable trabajo de puesta en valor del rico patrimonio natural y patrimonial de Codeseda se acaba de apuntar otro tanto. Han localizado en el campanario de la iglesia vestigios en piedra que remiten al esplendor de Codeseda como punto obligado para los peregrinos que, procedentes de distintos puntos de Galicia y Portugal, se dirigían a Santiago.

Alguno de estos elementos ya habían sido referenciados por el profesor de Arte Románico de la Universidade de Santiago de Compostela, Ramón Yzquierdo Perrín, cuando visitó la iglesia parroquial de Codeseda para realizar un estudio de arte románico en Codeseda. Ya entonces había apuntado a la existencia de escenas de la Epifanía, es decir, de la Adoración de los Reyes Magos en las viejas piedras del antiguo monasterio de Codeseda que fueron reutilizadas para construir la actual iglesia.

En ella se puede apreciar, tal y como destaca Jorge Fernández, dos oferentes junto a las figuras de los Reyes Magos. Y ello enlazaría con lo apuntado por una profesora de la USC que en su día realizó un estudio para acreditar que las iglesias y catedrales usaban la Epifanía para simbolizar el peregrinaje.

Son partes del antiguo monasterio, concretamente un tímpano del Agnus Dei y dos escenas de la Epifanía -una de ellas cortada por quienes reutilizaron la piedra del viejo monasterio para construir el nuevo templo- y también una cruz patada similar a las doce cruces de la consagración de la catedral de Santiago que el peregrino se encuentra al acceder a la planta de la catedral por Platerías. Solo difieren en que la de Codeseda -sita en la zona del campanario de la iglesia- no presenta el Sol y la Luna en su parte superior ni tampoco la alfa ni la omega en la inferior. El grabado sobre la piedra es perfectamente perceptible con un calco pero más difícil de apreciar a simple vista por la acción de los elementos.

Y al repasar en detalle el campanario, Fernández y Codeseda Viva también han detectado lo que entienden que son restos de pinturas cubriendo casi homogéneamente la parte baja de lo que parece ser una mesa con mantel. Conscientes de que las pinturas eran corrientes en obras románicas, como el Pórtico de la Gloria, no pueden evitar pensar que estos detalles que ahora ponen en valor no hacen si no afianzar la relevancia que Codeseda tenía en el Camino de Santiago, al que ya apuntaba la piedra del cierre exterior de la iglesia que muestra dos conchas de vieira flanqueando una cruz inserta en un círculo. Parecen ser vestigios del pasado jubilar de Codeseda que pugnan por hacerse oír.

Compartir el artículo

stats