El Concello de Silleda saca a concurso por procedimiento abierto la concesión demanial para la construcción y explotación de la residencia de mayores y centro de día, que se ubicará en la parcela que posee el municipio junto al recinto ferial y que pasó a manos del Concello tras el acuerdo que se alcanzó en noviembre de 2014 con la Semana Verde para saldar deudas mutuas. La concesión demanial es un contrato mediante el que la administración otorga a una persona física o jurídica el derecho a realizar un uso privativo, exclusivo y excluyente de un bien de dominio público. En el caso de Silleda, esta concesión se realiza por 75 años y liga la construcción del edificio a su gestión durante ese periodo, incluyendo la contratación de personal.

El proyecto constructivo y la concesión para edificar y gestionar la residencia se aprobaron en el pleno del pasado 24 de noviembre. El anuncio de licitación puede consultarse, junto a los pliegos de las cláusulas administrativas, en el apartado del perfil del contratante en el sitio web www.silleda.gal. Las empresas que opten al proceso dispondrán de un plazo de 26 días naturales para presentar la documentación, a contar desde el día siguiente a la publicación de dicho anuncio en el BOP. Por de pronto, Silleda ya remitió el anuncio para que aparezca en el Boletín Oficial de la Provincia así como en la Plataforma de Contratación del Estado y en el Boletín de la Unión Europea.

La concesión que sale a concurso establece un mínimo de 40 plazas de residencia -ampliables a 60- y 15 del centro de día. Los pliegos indican que la empresa que resulte adjudicataria debe reservar 12 plazas, por lo menos, para usuarios y vecinos de Silleda. El precio de las habitaciones de residencia, para los trasdezanos, nunca deberá ser superior a los 1.000 euros en habitación doble, 1.300 en individual y 1.700 en estancia para asistidos. Además, los vecinos del municipio también tendrán prioridad en las listas de espera. Se marcan, también, ventajas para los trasdezanos en el futuro centro de día. Así, el precio máximo que pagarán los vecinos por utilizar este servicio será de 300 euros al mes (o el equivalente en días), mientras que la comida saldrá en 3,60.

El proyecto constructivo que se toma como base es el que elaboraron Martín y David Pereiras Corzón y tiene un presupuesto total de construcción por contrata de 1,74 millones de euros. El complejo se construirá en una finca con una superficie de 8.251 metros cuadrados. El terreno está valorado en 247.542 euros, según una tasación pericial realizada en noviembre de 2014 por Abraham Castro. Se calcula que la empresa que se haga con el contrato tendrá que invertir en torno a dos millones de euros en la edificación.

Prácticamente desde que pasó a manos municipales, a esta finca se le atribuyó un uso social. Por eso, el suelo está catalogado como sanitario-asistencial, de modo que puede albergar sanatorios para enfermedades no infecto-contagiosas con capacidad inferior a 100 camas. En el pliego de condiciones no se exige que la empresa candidata oferte transporte, aunque sí se tendrá en cuenta si se presenta como mejora. La firma que obtenga las obras tendrá que financiar por su cuenta todos los trabajos de urbanización, excepto el coste del proyecto y las actuaciones que se realicen con el taller de empleo Semente de Pedra. Además, pagará cada año un canon de 1.000 euros, en función del interés social de la actividad que desempeña, y éste podrá ser mejorable al alza.

Desde el gobierno local se estima que el proceso previo del concurso público precisará un plazo de seis meses. Una vez resuelto el concurso, la empresa que resulte adjudicataria dispondrá de un mes para iniciar las obras, a contar desde que disponga de todas las licencias. Desde el comienzo de los trabajos el plazo para terminarlos es de 18 meses. "De esta forma, en dos años tendremos la residencia en funcionamiento, con lo que ya estará lista en el presente mandato", apunta el alcalde, Manuel Cuiña, añadiendo que así se cumplen los plazos que se marcaron, prácticamente, durante la campaña electoral. Cuiña se apoya, además, en los pliegos de la concesión, que fijan un plazo máximo de un año y medio para tener el centro residencial en funcionamiento. Una vez transcurridos los 75 años de concesión, la parcela y la instalación revertirán al patrimonio municipal.