El teniente de alcalde y edil responsable del Lalín Arena salió ayer al paso de las quejas de usuarios del complejo multiusos por la suciedad que se acumula en la pista y que la hace peligrosa para las distintas prácticas deportivas. Nicolás González Casares reconoce que el polvo se acumula sobre el parqué con demasiada frecuencia, por lo que es muy difícil mantenerlo limpio. Eso si, sostiene que "nunca se ha limpiado tanto" la pista del Arena como en los últimos meses. Aún así, se siguen produciendo quejas.

El concejal socialista es conocedor de este malestar entre los usuarios de la cancha, pero recuerda que el edificio tiene carácter "multiusos", por lo que no está reservado exclusivamente a la práctica deportiva. "Para eso, ya teníamos un pabellón. Si se hizo el Lalín Arena fue para albergar también otro tipo de eventos", manifiesta el edil. En algunas de estas citas se infligen daños importantes al parqué, pues no se protege con el material adecuado ni se respeta la prohibición, visible en varios carteles, de entrar a las pistas sin calzado deportivo.

De todas formas, Casares insiste en que la limpieza de la cancha se realiza con más frecuencia que nunca. Sin embargo, admite que es muy difícil mantenerla en condiciones óptimas, ya que, por mucho que se limpie, enseguida se forma "una capilla de polvo" sobre la superficie de juego, que comparten prácticas tan dispares como patinaje, fútbol sala o balonmano.

En relación con el desprendimiento de una lámpara ubicada en la zona de atletismo, el edil advierte de que "las luces no se caen solas" y subraya que los operarios municipales actuaron en cuanto tuvieron conocimiento del suceso y procedieron a su retirada. Casares no aclara si cree que la lámpara fue descolgada del techo a propósito o de forma accidental, como ya había sucedido en otra ocasión por un pelotazo. En ninguno de los casos se produjeron daños personales.