Los trabajos para la recuperación de los cadáveres de entre 20 y 30 terneros encontrados el viernes entre los términos municipales de A Estrada y Cuntis todavía continuarán en los próximos días. Efectivos de Protección Civil del ayuntamiento cuntiense trabajaron en la mañana de ayer en las labores de evacuación de estos animales. Sin embargo, las dificultades de acceso a la zona de barranco en la que se encuentran los restos de algunas de estas reses obligará a habilitar un acceso, exigiendo que los efectivos realicen el descenso atados con cuerdas para poder trabajar en esta zona.

Según se explicó en la tarde de ayer, los terneros aparecieron esparcidos entre los puntos kilométricos 10 y 14 de la carretera PO-222, un vial que une A Estrada con Cuntis. Estos kilómetros se corresponden con los lugares de Montillón (municipio estradense) y Vilar de Mato (ayuntamiento cuntiense). Fuentes consultadas por FARO precisaron que lo primero que se buscó fue retirar los cadáveres arrojados cerca del riachuelo que baja a una captación de agua. Se indicó que, afortunadamente, eran "los más recientes", de manera que, al no encontrarse en estado de descomposición, esta zona pudo limpiarse con rapidez.

Sin embargo, se indica que todavía quedan restos al fondo del barranco para cuya recuperación no quedará más remedio que habilitar un acceso. Subrayan que ni siquiera la pluma de una grúa logra llegar hasta este punto. Protección Civil de Cuntis intentará hoy recuperar cuatro de estas reses con ayuda de cuerdas, si bien reconoce que los trabajos podrían prolongarse a los próximos días hasta que el entorno quede completamente limpio.

Muchos de estos cadáveres fueron ya metidos en sacos de gran tamaño -los llamados big bags empleados en obras- y colocados al pie de la carretera. En la mañana de ayer la empresa encargada de la gestión de estos restos pasó ya a recoger los primeros depósitos. Junto a Protección Civil de Cuntis estuvo sobre el terreno el viernes una brigada del Concello de A Estrada.

Desde la Consellería de Medio Rural se reconoció que este vertido de animales -todos ellos carentes de identificación- se realizó en varios momentos y en distintas zonas. La descomposición de algunos de ellos apunta a que fuesen arrojados a este entorno hace meses. De hecho, en algunos de los sacos en los que se encontraron parte de estas reses únicamente se encontraron esqueletos.