Más de un año y medio después de comprometer la obra, la Diputación da un paso decisivo en el cambio de césped del campo de fútbol de O Camballón, en Vila de Cruces. Ayer, el presidente en funciones de la administración provincial, David Regades, anunció que estos trabajos serán ejecutados por la empresa Mecano Sports SL, por un montante de 169.341 euros.

Al concurso se presentaron 22 empresas, de las que 4 quedaron descartadas por cuestiones relativas a la documentación. La empresa que finalmente realizará esta actuación lo hará por casi 40.000 euros menos que la cuantía que estaba presupuestada, 208.165, y se compromete a rematar la obra en el plazo de un mes. Sin embargo, desde la Diputación se contactó ayer con el concello cruceño para convocar al alcalde, Jesús Otero, y al edil de Deportes, Diego Pallares, a la celebración de la comisión de seguimiento de estos trabajos, mañana viernes a las 10.30 en Pontevedra. Otero adelanta que el encuentro servirá para negociar los plazos de ejecución, puesto que ya resulta imposible terminarlos antes de que finalice el año, tal y como meses atrás se había comprometido la Diputación. "Vamos a ser razonables para que la empresa disponga de un plazo mayor", apunta el regidor. Pero por lo que no va a pasar el gobierno local es por un plazo de ejecución de un año, tal y como se le propuso en una carta anterior, indica Pallares. "Creemos que es razonable un periodo de cuatro ó cinco meses, según lo que indiquen los técnicos, pero no podemos permitirnos un año de espera" porque en este campo entrenan más de 10 equipos, que no pueden trasladarse a estadios de concellos limítrofes para entregar a altas horas de la noche.

En el campo de O Camballón s repondrá la manta de césped artificial debido a su "elevado deterioro", según reconoce la propia Diputación. Su mal estado es tal que en algunas zonas o bien ya ni queda césped o bien su longitud es mínima, de modo que impide el agarre del calzado. Ello está causando desde hace tiempo lesiones a los jugadores, e incluso equipos de fuera no quieren jugar en este estadio, conocedores de su deficiencia. Con esta reforma, Vila de Cruces contará con un espacio de juego "con las condiciones idóneas", según apunta David Regades, y exigirá un mantenimiento muy fácil. Precisamente, el mantenimiento fue el protagonista de un cruce de acusaciones entre las dos administraciones durante estos meses atrás: desde Pontevedra se indicó que el césped, ya a los 8 años (tiene 10) estaba estropeados por falta de atención, que compete al Concello, y éste recalcó que gastó 6.000 euros en riego y adquisición de caucho.

En cualquier caso, con la reactivación de esta obra -la licitación se inició ya en enero- se verá materializada una promesa que ya realizó el anterior presidente de la Diputación, el popular Rafael Louzán, en mayo del año pasado. Por aquel entonces, y para asegurarse que los trabajos sí se acometerían aunque hubiese cambios de color político en la Diputación -como así fue- la tramitación de las obras se efectuó en solo seis días.

La reposición del césped de O Camballón no estuvo exenta de numerosos rifirrafes entre el Concello y la Diputación. El último se produjo a comienzos de agosto, cuando varias máquinas entraron en el campo, sin permiso municipal, para retirar fibra, caucho e impurezas. Miembros del gobierno local se desplazaron al cuartel de la Guardia Civil para denunciar esta incursión, mientras que desde la administración provincial se negaba cualquier relación con esa maquinaria. La tensión entre una y otra entidad fue tal que en algún momento el alcalde, Jesús Otero, llegó a plantear la posibilidad de llevar esta demora de las obras a los tribunales, visto que Carmela Silva ni siquiera quiso debatir una moción que presentó el entonces diputado provincial y exalcalde de Lalín, José Crespo, para agilizar la tramitación de unas obras demandadas desde hace tiempo.