Espectáculo dantesco el que tuvieron que soportar ayer los alcaldes de A Estrada y Cuntis, José López Campos y Manuel Campos, respectivamente, junto con trabajadores de ambos municipios. En el límite entre estos dos ayuntamientos se produjo el inesperado hallazgo de entre 20 y 30 cadáveres de terneros -según los datos que manejaba en la tarde de ayer la Consellería de Medio Rural- que fueron arrojados en las inmediaciones de un cauce fluvial. El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil tiene abierta una investigación para dar con los autores de este vertido.

Los cuerpos de estos ejemplares de ganado bovino aparecieron dispersos por Montillón (A Estrada) y Villar de Mato (Cuntis). Desde el citado departamento autonómico, representado en la mañana de ayer por veterinarios del Servicio de Ganadería de Pontevedra, se indicó que es difícil definir con exactitud cuántos terneros se depositaron en esta zona, habida cuenta de que de algunos de ellos únicamente pudieron retirarse algunas partes..

Fuentes pertenecientes al citado departamento autonómico concretaron que, por el estado de descomposición de los cadáveres, se calcula que podían llevar en la zona de varios meses a semanas y días. Ello respalda la teoría de que estos animales fueron tirados en este entorno en distintos momentos y repartidos por varias zonas. Algunos de ellos se encontraban realmente próximos al río, mientras a otros hubo que recuperarlos de entre la maleza. Según se explicó, a medida que se iban evacuando algunos cadáveres se fue posibilitando el descubrimiento de nuevos restos.

Al tratarse de restos de animales, tuvieron que ser los concellos de A Estrada y Cuntis los que asumiesen, con sus propios trabajadores y con sus medios económicos, la retirada y tratamiento de estos cadáveres. Con ayuda de una grúa, estos fueron introducidos en bolsas de gran tamaño -sacos popularmente conocidos como big bags-, que se colocaron junto a la carretera para que un gestor autorizado pase hoy mismo a completar la retirada.

Otro dato que confirmaron ayer diversas fuentes consultadas por esta Redacción es que todos estos animales se encontraban carentes de identificación. Algunos de ellos aparecieron en bolsas de plástico y otros fueron arrojados directamente. Ciertas fuentes apuntan a que a algunos tenían la oreja cortada y que otros presentaban en ellas señales de haber tenido en algún momento el correspondiente crotal identificativo.

La Consellería de Medio Rural abrió un expediente, si bien el trámite administrativo se paraliza, por así decirlo, hasta que haya concluido la investigación emprendida por el Seprona.

Otro dato sobre el que se llamó la atención en la jornada de ayer es que en el entorno en el que se localizaron estos cadáveres, presumiblemente procedentes de una granja, no existen explotaciones agropecuarias próximas.

Vecinos de estas localidades de A Estrada y Cuntis se acercaron hasta la zona en la que aparecieron los animales para interesarse por lo sucedido. Alguno expresó sobre el terreno su temor ante la proximidad de los cadáveres al río. Según se indicó, el hallazgo se produjo después de la denuncia cursada por un cazador. Además de la desagradable imagen a la que tuvieron que enfrentarse los trabajadores de estos dos concellos, el fuerte olor les obligó a trabajar provistos de mascarillas.