Primero Cuiña y luego el número dos del gobierno municipal cuestionaron a las diputaciones como institución arcaica y con escasa razón de ser en pleno siglo XXI. Pero aprovecharon las críticas del PP a la bajada de 170.000 euros en las transferencias del Plan Concellos 2017 con respecto al de este año para reiterar el compromiso de la administración presidida por Carmela Silva para compensar esta caída con otras inversiones. "No nos gusta esta caída de ingresos y seré el primero en enfrentarme a la Diputación, gobierne quien gobierne, si hace falta por defender a los lalinenses, pero hasta el momento la presidenta no faltó a su palabra", declaró el regidor. Cuiña dijo que Silva le comunicó que el reparto del Plan Concellos perjudicaría algo a Lalín y que el día que se presentó este proyecto recibió una llamada del diputado David Regades en el mismo sentido. Tras decir que el Concello estará "vigilante" para que se cumplan estos acuerdos declaró que las diputaciones no deberían servir a ciudades como Vigo o Pontevedra sino a municipios medianos y pequeños.

Casares, además de recordar que la Diputación amplió por primera vez las ayudas a colectivos sociales y a deportivos para su gestión o eventos concretos, recalcó que el ejecutivo local no se callará si Lalín es perjudicado por la Diputación. Las transferencias a mayores, dijo, se concretarían mediante convenios "para los que existe un compromiso". El edil concretó que la pérdida del 10% de los fondos es común en los concellos de primera categoría. Los criterios del plan aumentaron un 5% de la participación a las localidades menores.