El Desván Municipal de Lalín inició ayer su actividad en la nueva sede la calle Memorias dun neno labrego, en las antiguas casas de los profesores del colegio Xesús Golmar. El concejal de Benestar Social, Nicolás González Casares, acudió por la mañana para supervisar el reciente cambio de local con una visita a las nuevas instalaciones. Cabe recordar que anteriormente el desván lalinense estaba instalado en las casas del colegio Manuel Rivero, que en parte van a ser rehabilitadas en el taller de empleo "Rivero Social Lalín", lo que motivó la mudanza de este servicio.

El cambio de local no afectó al funcionamiento normal del almacén social, que continúa teniendo como día de trabajo cada jueves, en horario de 10.00 a 13.00 horas y de 16.00 a 18.00 horas. Durante estas jornadas las personas interesadas podrán seguir haciendo sus aportaciones solidarias en el nuevo local. En estas fechas son necesarios los juguetes para la campaña Ningún neno e nena sen xoguete, así como ropa de abrigo y mantas o cualquier otro tipo de útil doméstico. El Desván Municipal de Lalín atendió ayer entre seis y ocho unidades familiares con necesidades que cubrir, tal y como estuvo haciendo hasta el momento el servicio.

Casares agradeció la "magnífica actuación de la brigada de obras en la realización de las tareas de acondicionamiento y también en el traslado del material". Además, el concejal extendió los agradecimientos a los empleadas municipales que lo gestionan "por el gran empeño y excelente trabajo que realizan, entre los que se encuentran los miembros de Aspadeza, sin los que sería imposible prestar este servicio".