Razones de peso y otras más propias de estrategia política tiene el Partido Popular de Lalín para meditar una negociación con el gobierno local para sacar adelante los presupuestos municipales del próximo año. El portavoz popular, José Crespo, replicó ayer a la enésima llamada del alcalde, Rafael Cuiña, a sentarse a hablar con un amplio argumentario en el que, sin certificar su no a hablar, el sentido de estos mensajes no es aparentemente conciliador.

Crespo ve "descaro político" que el mandatario compare lo que pasa en el Estado con Lalín cuando habla de que el PP está pidiendo acuerdos con la oposición para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Dice que Mariano Rajoy ganó las elecciones con 11 puntos de diferencia con el segundo y Cuiña es alcalde con 20 puntos menos que "que la formación que ganó las elecciones en Lalín". Tras desaprobar de nuevo la comparación de los escenarios estatal y local, Crespo lanza el primer aviso a navegantes cuando afirma: "Cuiña le está pidiendo un esfuerzo a aquellos que ganaron las elecciones, a los que insultó repetidamente y a los que insistentemente dice que él colocó en la oposición". El PP, con estas palabras, está echando nuevamente en cara al mandatario los episodios de tensión. Los populares no llevaron bien las arremetidas del alcalde contra la gestión anterior, entre otros asuntos, y se lo vuelven a echar en cara. "Pide ahora una generosidad infinita y ciega, pero solo por conveniencia personal", dice. Tras dejar clara la "lealtad del PP con los lalinenses", José Crespo retoma la discusión sobre la posible negociación del presupuesto. En este sentido ve "muy grave" que a a estas alturas -la cuenta de 2017 ya podría haber sido llevada a pleno para que entre en vigor el 1 de enero próximo- el gobierno admita que no siquiera hay un borrador de las cuentas y culpe al departamento de Intervención de no hacer los deberes. "No sabemos para llaman a la oposición a una junta de portavoces, no sabemos que es lo que realemente nos quieren", aduce. Crespo reclama al primer edil que no tense más las relaciones "antes de sentase a la mesa" porque crea un clima poco propicio al entendimiento. Además, ve poco serio que Cuiña pida apoyos para unos presupuestos que ni él conoce "porque ni comenzaron a hacerlos. Es una falta de seriedad que empieza a ser norma en todas las decisiones y acciones del gobierno".

Además de cuesionar la capacidad del ejecutivo para poner un presupuesto encima de la mesa, Crespo recalca que su grupo no va a participar en un "intercambio de cromos ni en un reparto de intereses entre los socios de gobierno". Así, reitera que primero hay que presentar una propuesta de las cuentas y luego ya se hablará sobre la misma. ¿O acaso pretenden que haga el presupuesto la oposición?, añade. Sobre este particular los populares aseguran que demostraron que los intereses de los vecinos están por encima de su acción política, "como demuestran los numerosos votos a favor en acuerdos como inversiones y material para el rural o las distancias de las granjas.