El multiusos de Lalín es uno de los proyectos más controvertidos de los últimos años. Los elogios al Lalín Arena lanzados por los padres de la iniciativa, el anterior grupo de gobierno, fueron casi siempre replicados por la oposición por las carencias constructivas o el alto coste del mismo. El ejecutivo presidido por José Crespo apostó por una infraestructura con la que dar respuesta a la amplia demanda de entidades deportivas, al tiempo que, y con un modelo de gestión interesada, el Concello acabaría siendo el propietario de un multiusos al alcance incluso de pocas de las llamadas grandes ciudades de Galicia. Subsanadas, tras años, los problemas estructurales o las filtraciones de agua en una obra a estrenar, el Concello se vio abocado a comprar esta infraestructura por 7,15 millones de euros. Aquí la oposición se lanzó de nuevo a la yugular del gobierno, máxime cuando estaba reciente la operación económica del consistorio. Pero Crespo y su grupo se aferraron a una decisión alegando que con una gestión adecuada y teniendo en cuenta la amplia cartera de servicios, el Arena podría casi autofinanciarse a medio plazo. Entonces se colocó en 1.500 los usuarios necesarios para ajustar gastos a ingresos. La cifra de 1.460 abonados desvelada días atrás por el gobierno supone para Crespo, y así lo reivindicó en el pleno de la semana pasada, que sus predicciones no eran una quimera y que el tiempo acabaría dándole la razón. Por eso reivindicó para su grupo parte del éxito, que en cierta medida tampoco quiso negarle el ejecutivo en dicha sesión plenaria.
