El campo de golf de Silleda pasará las pruebas de homologación a principios de 2017, según calcula Paco Porto, el presidente de Exilieta, la asociación que se encarga de su gestión. Este proceso ya tendría que haberse realizado a mediados del presente ejercicio, pero tuvo que retrasarse debido a que no salió adelante la siembra de césped en los greenes. "La siembra falló porque no tenemos riego de ningún tipo" y el verano resultó extremadamente seco, con lo que la hierba ni siquiera consiguió brotar.
Ahora mismo, la gestora está a la espera de ver cómo se desarrolla el segundo sembrado, y en más o menos un mes realizará el primer corte. Porto explica que las demás actuaciones de cara a la homologación del campo ya están ejecutadas, como el marcado de las calles. Por eso, calcula que a comienzos de 2017 podrán visitar las instalaciones los presidentes de las federaciones española y gallega de golf.
Ovejas y cabras
Por otra parte, Exilieta echa mano de una técnica de control del tamaño del césped tan rudimentaria como extendida en los campos de golf de zonas como Escocia. Allí, y ahora también en Silleda, se usan cabras y ovejas para mantener a raya el suelo. "Esta técnica suele hacerse durante los meses de invierno. Un vecino de Silleda que tiene un rebaño mete las ovejas en la zona más dura de hierba, mientras que las cabras se encargan de comer las zarzas y demás maleza que pueda salir por las esquinas", explica Porto.
El hecho de no estar homologado no impide que el campo de golf acoja clases, que se imparten desde hace meses de la mano de Javier Ibarra. Acuden a ellas una veintena de estudiantes.
