El BNG presentó otras tres mociones -finalmente no incluyó la de habilitar un funcionario para compulsas, ya que se trataba de un pleno extraordinario- que contaron con el respaldo de los demás partidos políticos. Una de ellas es de partido y se refiere a la transferencia de la AP-53 a la Xunta y la posterior eliminación del peaje. También salió adelante la propuesta de garantizar el suministro de energía eléctrica a familias sin recursos y de crear una tarifa eléctrica gallega, similar a la que existe en el País Vasco, dado que la comunidad es una productora excedentaria. En el caso de Cruces, el municipio soporta las consecuencias del embalse de Portodemouros y de dos minicentrales sobre el Ulla, así que el Bloque cree que es necesario que obtenga ventajas.

También a propuesta del BNG, el gobierno de Otero estudiará cómo impedir accidentes en los balaustres del auditorio, que están colocados en horizontal y sirven para que muchos niños trepen por ellos a modo de escalera. Manuel Souto indicó que una de las posibilidades es colocar metacrilato y que, en realidad, ya se está haciendo un estudio.

Ya en el turno de ruegos y preguntas, el PSOE se interesó por la demora en colocar bandas reductoras de velocidad en la recta de Piloño, en la PO-960. Jesús Otero explicó que desde la administración se le indicó que en la recta no pueden colocarse este tipo de bandas porque en la zona ya existen controles de velocidad. Sí pudieron colocarse en otras zonas, como en Carbia, debido a que se trataba de un tramo más pequeño y que discurría en numerosas curvas.