El alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, reiteró ayer de nuevo al Partido Popular el ofrecimiento del grupo de gobierno a negociar las cuentas municipales del próximo año. Esta oferta, en palabras del mandatario, se realiza para un pacto "desde cero, sin ningún tipo de imposición o línea roja" y plantea la conveniencia de "ir juntos" pues el municipio tiene derecho a tener un documento económico adecuado a la situación actual. "Lo que pretendemos es llegar a un acuerdo por el bien de los ciudadanos de Lalín, que es por lo que algunos estamos en política. Si otros están para poner trabas a los vecinos ellos verán lo que hacen, pero desde luego que por nosotros no va a quedar", declaró.

En este sentido el mandatario local afirma que lo que se está proponiendo al PP es fecha y hora para varias reuniones en las que el gobierno estará presente y en las que este grupo de la oposición podrá acudir o no en función de lo que estime oportuno. En cualquier caso considera que no sería lógico "ni coherente" que los mismos que quisieron que ese año haya menos ingresos ni siquiera se sienten a hablar de unos presupuestos de una forma más constructiva y en un ejercicio de responsabilidad", dice. Esta actitud, recalca, sería oportuno que se tomase tanto por parte de los populares como desde el equipo de gobierno. Rafael Cuiña entiende que un grupo que es oposición "tiene que hacer barullo, pero creo que cuando una cuestión afecta a los intereses de los vecinos hay que también tener altura de miras y esto es lo que le pido al Partido Popular".

El primer edil lalinense recuerda que este ofrecimiento ya se le expresó al PP públicamente en distintas ocasiones, tanto en el pleno como en otros encuentros, por eso solicita a este grupo que no busque excusas para no atender esta solicitud. Asimismo expone que los populares saben perfectamente que el 70% del esqueleto de unos presupuestos municipales se elaboran en el departamento de Intervención, que además todavía no pasó su informe. Por eso insiste en que tratar de hacer ver otra cosa entra dentro del juego político, que hasta cierto punto es legítimo, pero por encima de todo están los vecinos. "No es justo que se pongan pretextos para negociar cuando tendremos menos recursos porque el PP quitó las plusvalías por primera vez en la historia, lo que hace que tengamos menos disponibilidad para hacer cosas. Además, es una cantidad que no se compensa con otros ingresos y que afectará a la regla de gasto".

Cuiña dice que no sería una tragedia ir a una cuenta prorrogada para 2017, pero sí ve lógico que se adecúen las potencialidades económicas del Concello, pues los vecinos lo merecen". Aunque prefiere una cuenta nueva, alega que la cuenta en vigor, basada en políticas sociales, sería la línea a seguir.