El proceso judicial contra el desarrollo de la urbanización de A Trigueiriza puso al Concello entre la espada y la pared. Aunque la demanda no va contra la administración local, sí condiciona las posibles decisiones. El edil de Urbanismo, Nicolás González Casares, indicó meses atrás que el pleito contra la aprobación del plan sectorial no pidieron la suspensión o paralización del plan de urbanización. Pero aún así, en caso de decidiese agilizar la tramitación del proceso, una fallo del Supremo favorable a los demandantes podría desencadenar en consecuencias para la administración local al verse obligada a realizar modificaciones. Y si lo que decide es dejar en suspenso totalmente el expediente a la espera de una decisión judicial que podría demorarse, se generaría un perjuicio a los propietario de los terrenos e impulsores del plan para favorecer el asentamiento de la cadena de alimentación Mercadona, que hace años habría alcanzado un acuerdo formal o de palabra con los promotores del plan, para montar un hipermercado. La parte recurrente apoya su recurso en que este proyecto incumpliría el Plan Xeral, algo que los afectados han negado, avalando la legalidad del mismo. La empresa levantina, que pretendía abrir hace ya cuatro años, siempre se mantuvo al margen en este proceso y recalcó que el proyecto es particular y solo comunicaría su desembarco en Lalín cuando lo estimen oportuno, reiterando su interés por la capital dezana.