-¿Ha sido una decisión difícil de tomar?
-Un poco, pero tampoco tanto. El motivo de que no se dijera estos días era porque no había posibilidad aun. En el momento en el que el gobierno se produjo la designación de los delegados y hubo una vacante ya se tomó la decisión definitiva, que era la idea que teníamos también.
-No es habitual que un político se vea ante tres cargos. En este caso, al margen del que posee a nivel local, era usted un diputado ante dos destinos. ¿Se lo toma como una muestra de la confianza del partido?
-Evidentemente. No puedo estar más agradecido a la dirección del partido y a todas las personas que confiaron en mí. Sé perfectamente que esto es muy digno de agradecer e intentaré ser útil, cumplir lo mejor posible y cometer los menores errores posibles.
-¿La incorporación a su nuevo cargo es inminente?
-Sí, creo que, si no cambia nada, será con toda probabilidad el próximo martes ya.
-Insiste en que Santiago está a solo 35 minutos de Cerdedo. ¿Cree que le resultará fácil compatibilizar sus funciones en O Hórreo con el cargo de vicepresidente de la gestora de Cerdedo-Cotobade?
-Cuando hicimos las reuniones para explicar el procedimiento de la fusión y en las campañas electorales la gente me decía que no me marchase. Les dije que iba a estar ahí, que independientemente del sitio, lo iba a compatibilizar, que iba a estar ahí tratando de mejorar cada día Cerdedo y siendo de utilidad para los vecinos. Esa fue la principal razón que hizo que ante esta nada habitual situación de tener la posibilidad de escoger entre dos sitios, uno de ellos tremendamente importante, que no hay que olvidar que ser diputado en Cortes en Madrid es de una trascendencia suprema, y la otra opción de ser diputado en Parlamento de Galicia, escogí esta porque me va a permitir estar con los vecinos y seguir atendiéndolos, además de seguir colaborando en el fortalecimiento de la fusión. Seguir como hasta ahora, al lado de los vecinos y ayudándolos, que bien merecido me lo tienen. Si yo llegué a tener estas dos oportunidades fue en primer lugar porque los vecinos de Cerdedo siempre me respaldaron con unas amplísimas victorias electorales. Y en segundo lugar al partido y a quienes confiaron en mí. Trataré de ayudar al máximo para devolverle todo lo que me dieron.
-Aun con la decisión meditada y tomada, ¿queda la espina clavada de renunciar a un reto profesional interesante como político?
-Sí, pero había que cumplir la palabra dada. Tengo defectos y cometo errores importantes pero también sé que soy reconocido por cumplir mi palabra. Había que cumplirla y no se puso en duda. Conozco varias personas que ante el reto de ser importantes o de hacer cosas importantes, escogieron la segunda opción. Yo también. El cargo, mi futuro y mi proyección política la puse en segundo lugar para cumplir mi palabra y callar también bocas a muchas personas que decían que me marchaba, que me iba para Madrid a un retiro dorado. Eso era mentira, es mentira y será mentira.
-¿Con qué retos entrará el martes en el Parlamento de Galicia?.
-Primero con absoluta humildad. Aprender, ser útil y actuar con responsabilidad y sentido común.
