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Rafael Rodríguez Martínez: "No es cierto que hasta la llegada de Roma aquí andábamos todos en taparrabos"

"En los restos de A Lanzada comprobamos que la historia es un proceso gradual sin compartimentos estancos"

Rafael Rodríguez Martínez posa delante del yacimiento arqueológico de A Lanzada. // Martín González

El Club Faro se estrenará pasado mañana en la comarca dezana con la realización de una charla-coloquio en el vestíbulo del Concello de Lalín, a partir de las 19.30 horas. La mesa, que lleva por título Como vivían e morrían os galaicos de hai 2.000 anos, o exemplo de A Lanzada, contará con la presencia de la antropóloga Olaia López Costas y del responsable de los equipos de arqueólogos de la Deputación de Pontevedra, el santiagués Rafael Rodríguez Martínez. El acto será presentado por la responsable del organismo provincial, Carmela Silva.

-¿Dónde radica la importancia del yacimiento de A Lanzada?

-En la cantidad de etapas históricas concentradas en un espacio tremendamente limitado. Hay desde el Bronce final hasta casi el momento actual, y con la excepcionalidad de que ponemos ponerle cara al menos a los individuos de aquí de algún período. Al ser un sustrato arenoso los restos humanos se conservan de maravilla. Podemos entender cómo viven, cómo explotan el mar, incluso ponerles cara gracias al buen estado de conservación de los huesos de la gente que vivía en A Lanzada. Es un yacimiento excepcional. Además, es la primera factoría de salazón documentada en el noroeste, a nivel cronológico claro, porque nos da unas cronologías prerromanas, pero es un sitio donde tenemos una ocupación romana que está empezando a despuntar ahora muy temprana, con enterramientos que van desde el siglo I hasta el siglo IV, con la llegada de los vikingos, etcétera. Es un maravilloso libro de historia en menos de 15.000 metros cuadrados de superficie de terreno.

-¿Cuándo se dieron cuenta de que estaban ante algo grande?

-Todo forma parte de un proceso. En el yacimiento de A Lanzada empezamos a ver su importancia a través de los materiales que hicimos a principios de los años 2000 y 2001, Alfredo González Ruibal y yo. Los materiales están depositados en el Museo de Pontevedra y todo el mundo habla de los materiales de A Lanzada, lo que pasa es que nadie antes los había estudiado en condiciones. Se habían hecho estudios parciales y demás, pero en su globalidad no. Suponen el 75 por ciento de los fondos arqueológicos del Museo de Pontevedra, una auténtica animalada. En el momento que vemos el volumen y el tipo de los materiales que hay, ya empezamos a darnos cuenta de que el yacimiento es cuando menos singular. Y cuando en la campaña de 2010 empiezan a despuntar una serie de estructuras monumentales sin paralelos en el noroeste donde lo que hay tiene más que ver con el mundo mediterráneo, con el mundo andaluz, y cuando parece que está todo escrito y en la campaña de este año íbamos casi a sota, caballo y rey, con la idea de enfrentarnos a una parte plenamente romana, desde el siglo I hasta el IV o V; pues resulta que no es tan lineal como nosotros creemos. El problema que hay en la historia es que siempre la estudiamos por compartimentos casi estancos. Aquí estamos viendo que eso no es así, que el mundo romano coexiste perfectamente con el mundo clásico y como se van adaptando el uno con el otro. Lo mismo pasó antes, con la llegada de comerciantes del Mediterráneo y la modificación de la sociedad, las estructuras arquitectónicas y la economía de los habitantes de aquí. Lo mismo sucede con la Edad Media. Estamos viendo que fue un proceso gradual y sin ningún rastro de los compartimentos estancos tradicionales.

-¿El de A Lanzada es el yacimiento con el que soñaba cuando estudiaba en la facultad?

-Te diría que sí. El otro día me preguntaron durante una de las visitas que realizan al lugar que si no me daba rabia romper con todo lo que habíamos estudiado en la facultad. Les contesté que no me daba rabia en absoluto. Todo lo contrario porque si te dedicas a esto no es, como te decía antes, para ir a sota, caballo y rey en todo lo que haces. Se trata de romper un poco con tus conocimientos adquiridos en la universidad. Y no sólo sucede con esta intervención. Hay otras intervenciones que han llevado a cabo compañeros que también rompen tópicos que nosotros estudiamos y que no son así. No es cierto de que hasta que llega Roma andábamos en taparrabos en sociedades igualitarias. Nada de eso. Se trata de sociedades tremendamente jerarquizadas antes de la llegada de los romanos, con unas arquitecturas complejas en algún caso y con urbanismos algún otro. O sea, se trata de una sociedad mucho más compleja y perfectamente equiparable con el mundo celtíbero o íbero, por ejemplo.

-...Revival en el cine, políticos inaugurando setos con forma de dinosaurios, ¿está de moda la prehistoria en esta sociedad digital?

-Yo creo que sí. La gente tiene un ansia por conocer qué pasó. También es cierto que los arqueólogos tenemos un déficit que se llama publicar. A pesar de no haber unos volúmenes brutales de publicaciones -y yo en tono también el mea culpa en esto-, se han llevado a cabo muchas intervenciones arqueológicas a nivel peninsular y todo eso ha generado mucho conocimiento, y a la gente le ha llegado la destrucción del patrimonio por el avance de carreteras, trenes y demás. Esto ha movido a colectivos a defender lo suyo. Algo está cambiando en los últimos diez años al respecto. También es cierto que internet es una herramienta maravillosa para saber lo que se está haciendo, y pienso que esta divulgación de lo que aparece o deja de aparecer hace que a la gente le llame la atención y genere esa ansia de conocimiento.

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