A partir del 1 de enero, el servicio de abastecimiento del agua en Silleda pasará a ser municipal, tras la expiración del contrato de Espina y Delfín, firmado en 1996 y por un periodo de 20 años. Este servicio es, precisamente, el que presenta mayores problemas a la hora de tener el cobro de sus tasas al día, pues según la cuenta general de Silleda del año pasado no se recaudó ni un euro de los 417.000 que estaban presupuestados. Es, sin lugar a dudas, la tasa con el déficit más alto, puesto que supone en torno a la mitad de los 857.321 euros de menos que, en total, recibieron las arcas municipales durante el año pasado entre tributos, tasas y transferencias de otras administraciones.
En conjunto, el concello trasdezano recaudó en 2015 un montante de 5,48 millones de euros, mientras que las previsiones definitivas del presupuesto elevaban la cuantía a los 6,93. Y es que, además de esos más de 857.000 euros de déficit, hay derechos pendientes de cobro por importe de 608.981 euros. Este desfase entre la previsión del presupuesto y la recaudación final también tiene otro protagonista claro: el impuesto por la recogida de la basura. Por este servicio, el gobierno local esperaba recaudar 438.225 euros, convirtiéndose así en el tercer impuesto que más dinero traería a las arcas municipales, por detrás del IBI y del de vehículos de tracción mecánica. Pero, al finalizar el ejercicio, se había cobrado poco más de la mitad, en concreto 268.616 euros, de modo que hay un desfase de 169.609.
Otro impuesto que arroja un resultado negativo en la cuenta general de 2015 es el que afecta a los impuestos de bienes de características especiales (Bices), en el que se obtuvieron 20.000 euros menos de lo previsto, al cobrar 249.000 frente a una previsión de más de 269.900.
Sin embargo, otros tributos cubren con creces los cálculos iniciales de los presupuestos. Es lo que ocurre con el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), sobre todo el referente a propiedades de naturaleza urbana. El presupuesto del año pasado estimaba que en este apartado el Concello debía cobrar 816.973 euros, pese a que los derechos reconocidos ascienden a una cantidad mayor, en concreto 1,021 millones. Pues bien, al cierre del año este tributo generó un ingreso de 1,018 millones, esto es, 201.036 euros por encima de lo que se había estimado en un inicio. En cuanto al IBI de naturaleza rústica, los primeros cálculos preveían un ingreso de 31.885 euros, que en realidad llegaron a los 55.241 (la cifra coincide con los derechos netos), de modo que se superó la cantidad prevista en 23.355 euros.
Más de lo esperado también genera el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), que deja en las arcas municipales 151.644 euros, que suponen casi 13.000 más de lo esperado. Sin embargo, en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) se recauda menos de lo calculado, aunque la diferencia es mucho menor de lo que se producía en el agua o en la basura. Así, se esperaba recibir 60.000 euros, pero las cifras definitivas se quedaron en 58.288, es decir, 1.711 euros menos.
Multas, a la mitad
La cuenta general de Silleda también ofrece información sobre la recaudación derivada de las infracciones en materia de circulación. El gobierno estimó, en el presupuesto, que por este concepto iba a recaudar 25.000 euros, pero en realidad la cifra cayó a poco más de la mitad, 13.710.
