A la espera de ver las propuestas económicas de los ayuntamientos para el próximo año, en Lalín sí se han avanzado ya algunas decisiones políticas que van en la dirección contraria a la recomendación del Ministerio de Hacienda. En vez de aumentar la presión fiscal, ya está anunciada y aprobada una bajada del IBI, que, siempre según las previsiones del ejecutivo local, suponen una merma de ingresos de 450.000 euros. En todo caso Lalín compensará este balance con las altas del proceso de regularización catastral que, sí tributarán en 2017, aunque no está claro si este importante montante económico podrá imputarse a la cuenta del próximo año. A esta caída de ingresos del principal tributo local se suma la anulación del impuesto de plusvalías que, tras ser reclamada ya el año pasado por el PP, salió adelante en el último pleno con el voto favorable del grupo no adscrito. A falta de conocer la liquidación de este año, durante 2015 este impuesto potestativo dejó en las arcas municipales 323.400 euros.

Con el IBI al mínimo legal para el próximo ejercicio y la relevante bajada del impuesto de vehículos ya por el anterior grupo de gobierno, Lalín solo puede mejorar sus ingresos mediante la lucha contra el fraude tributario y en parte podrá servirse del plan de regularización catastral, medida que también partió del Estado y cuyo cumplimiento es obligatorio para todas las administraciones locales españolas.