El Concello de Silleda abre hoy y hasta finales de mes el plazo para presentar las memorias del certamen Nas festas, somos máis, una iniciativa de la campaña municipal para fomentar el empadronamiento, que se activó el pasado mes de junio y que terminará a finales de año.

El certamen tiene como objetivo, además, la difusión de la riqueza turística y paisajística del municipio, y está orientado a los colectivos y asociaciones, legalmente constituidos, que sean organizadores de fiestas patronales o gastronómicas del municipio. Está dotado con una cuantía económica de 1.500 euros, que se destinarán a financiar la fiesta gastronómica que representa la comisión ganadora del año en curso o de la próxima edición.

Pueden presentarse al certamen todos los festejos organizados entre el 1 de enero y el 30 de octubre. Las entidades han de presentar una memoria en la que especifiquen las actividades de promoción de la fiesta. Los trabajos participantes pueden incluir aspectos como carteles, actos de presentación del evento, publicidad de los lugares turísticos del municipio o cualquier otro elemento que fomentase el empadronamiento en Silleda. Así pues, la temática será exclusivamente la promoción del Concello de Silleda y la difusión del empadronamiento en el mismo. El jurado estará compuesto por una comisión interna del gobierno local y de la que formará parte el alcalde, Manuel Cuiña. El tribunal valorará la originalidad de la campaña en general, pero también el número de posibles destinatarios o el impacto de la iniciativa, entre otras cuestiones.

El certamen se integra en la campaña En Silleda somos máis, con la que se incide en la concienciación y la sensibilización de la ciudadanía sobre la importancia de mantener el padrón de habitantes. La idea surgió a raíz de los últimos datos poblacionales del Instituto Galego de Estatística (INE), según los que el municipio trasdezano perdió en torno a 200 habitantes en el último año, pasando de los 8.960 vecinos a algo más de 8.700. Además, se contabilizan 10 aldeas abandonadas en el rural y otras 50 en riesgo de desaparición. Este descenso de la población empadronada provoca consecuencias como la pérdida de financiación por parte de otras administraciones (sobre todo la estatal), y por tanto el recorte de la capacidad inversora y de fondos para servicios públicos. El gobierno trasdezano considera que hay en torno a 1.000 personas que residen en el municipio pero que no están empadronadas. Por eso, baraja ciertas medidas como que estos vecinos no censados paguen más por utilizar determinado servicios como las piscinas.