A dos meses para finalizar el año, los usuarios de la autopista que une Santiago con Deza están pensando ya en los precios que aplicará la concesionaria de esta vía de alta capacidad para 2017. Habitualmente en diciembre la sociedad Acega da a conocer las tarifas con vigencia para el siguiente ejercicio. Las abusivas tarifas fueron congeladas por el Ministerio de Fomento en 2015 y para este año apenas sufrieron variaciones, pues las primeras rebajas de precios solo se aplicaron al tramo Santiago-Silleda (en 5 céntimos) y la misma cuantía solo para los vehículos pesados en casi los demás trayectos.
La congelación de los recibos es insuficiente para los gobiernos municipales de Lalín y Silleda, que hace un año anunciaron un frente común con la administración municipal compostelana para definir estrategias y medidas reivindicativas conjuntas. El mandatario lalinense, Rafael Cuiña, admite que en estos casi 12 meses no hubo apenas avances y por eso contactará con su homólogo trasdezano, Manuel Cuiña, para reactivar estas medidas. El munícipe de Lalín recuerda que en enero de este año la corporación aprobó por unanimidad una moción dirigida al ministerio en la que, por un lado se reivindicaba una rebaja en las tarifas de la autopista, y al mismo tiempo, su traspaso a la Xunta para que la administración autonómica pudiese aplicar medidas como descuentos. Esta moción no fue la primera en este sentido y quizá no sea la última, pues todas ellas han tenido el mismo recorrido: cero avances para abaratar los precios de una de las vías de pago más caras de España.
A finales de noviembre del año pasado los alcaldes de Lalín y de Silleda se citaban con el mandatario compostelano, Martiño Noriega. De aquel encuentro trascendía la intención de presentar mociones dirigidas a Xunta y Fomento, además de avanzar la intención de que elevar esta reivindicación al Parlamento Europeo.
Una de las claves para saber qué acontecerá con el cuadro de tarifas para 2017 es el IPC interanual, pero aunque se aplicase su coeficiente negativo, no parece que esta sea la solución para aligerar el bolsillo de los usuarios de la AP-53. Tras los últimos movimientos empresariales, la sociedad Globalvía, controlada por inversores de Canadá, Reino Unido y Países Bajos y que ostenta el 63% de esta autopista, lanzaba este verano una oferta por el Itínere de la AP-9.
Mientras, la vía que une Santiago y Dozón mantiene unas tarifas prohibitivas. Un ejemplo es que desde su apertura, hace más de una década, el peaje se encareció más de un 70%. Un viaje de ida y vuelta entre Lalín y Compostela cuesta 11,9 euros. Y de Silleda a Santiago, un total de 7,1 euros.
