El Samaín sigue protagonizando muchos eventos lúdicos estos días en la comarca, con las calabazas y los disfraces monstruosos como protagonistas. Ayer fue motivo de fiesta para los vecinos de Carragoso, en Lalín, y de juegos creativos para los niños de Vila de Cruces.

La localidad lalinense de Carragoso reeditó su fiesta de otoño y dio protagonismo a algunos de sus frutos más reconocidos, como la calabaza y la castaña. Las primeras fueron profusamente decoradas por niños y no tan niños y exhibidas por las calles de la localidad, con paradas en casas en donde había velas o calabazas encendidas. Pero los actos principales se concentraron por la noche, con una cena magosto amenizada con una actuación musical. Chorizos, panceta, empanada y bebida variada, además de postres típicos de la época del año, fueron la parte esencial de un ágape cuyo precio era de ocho euros para adultos y tres para niños. En la celebración, que se prolongó hasta altas horas de la noche, tampoco faltaron los disfraces. Las actividades estuvieron organizadas por A Xuntanza, Asociación Veciñal.

AlimighochaRosa y la Concejalía de Cultura de Vila de Cruces programaron una mañana de creación de monstruos de Samaín en el Auditorio Municipal Xosé Casal. El taller creativo congregó a numerosos niños de distintas edades, algunos acompañados por familiares, que gozaron con las propuestas creativas y la elaboración de sus propias máscaras y otros objetos para lucir en la fiesta más terrorífica del año.

Fogar Enxebre

También el personal y los internos del Fogar Enxebre salieron disfrazados por la parroquia rodeirense de Río, en donde está la residencia, para asustar a los vecinos que se encontraban a su paso.