"Estamos en un momento clave y en un tiempo de pensar que Galicia queremos. Vivimos una etapa inestable, de mudanzas, en la que varias generaciones descubrieron que las bases de lo que parecía un futuro prometedor eran ficticias", proclamó ayer Ana Pontón, portavoz nacional del BNG, durante una conferencia en el Museo Municipal Ramón Aller de Lalín. Estuvo acompañada por el edil Francisco Vilariño y otros miembros de su formación.

En su intervención, la nacionalista apeló a "abrir un tiempo nuevo para construir un horizonte que nos permita salir de la crisis provocada por la pinchada burbuja y las consecuencias de la ofensiva política contra las mayorías sociales". "Toca repensar Galicia como proyecto, definir colectivamente el modelo productivo, social y cultural de un país que tenemos que hacer viable, inclusivo y próspero", apuntó.

A su entender, es necesario "más poder gallego", porque "a más autogobierno, más desarrollo social y económico". Ahí enmarca la parlamentaria la "alternativa nacionalista" que va a guiar sus pasos en la legislatura que se avecina. Ante los cambios que sufrió Galicia en su estructura social y económica durante las últimas décadas, el reto del nacionalismo es "ofrecer un proyecto de un país nuevo a construir, una Galicia que ilusione y merezca la pena". Anuncia que lanzará "propuestas centrales para la construcción de Galicia como un proyecto compartido, abierto, integrador y viable por si mismo". Sus iniciativas, que deberán ser elaboradas por expertos -sean o no del BNG-, se centrarán en ámbitos clave: Situación demográfica, ordenación del territorio, I+D+i y nueva economía, sistema de financiación, modelo de infraestructuras y modelo social.