Ya estaba previsto, pero ayer se consumó la supresión del impuesto de plusvalías al forzar la oposición al gobierno a retirar este tributo potestativo para 2017. Es cierto que el PP, del que partió la moción secundada por Juan José Cruz, ya lo había reclamado hace casi un año y que partidos del ahora gobierno demandaron a los populares en el gobierno la cancelación del mismo. Pero el ejecutivo tenía un plan y su hoja de ruta era el pacto de gobierno, que establece una reducción progresiva de las plusvalías hasta su total cancelación. Este paso se dio de golpe con la iniciativa plenaria de los populares. Su edil José Antonio Rodríguez reconoció las caídas de ingresos de IBI y de este tributo, aunque dijo que el Concello tenía "fuelle" para soportar una menor carga impositiva. Cuiña pidió a la interventora, Marta Oviedo, que explicase en qué situación quedaría la caja pública el próximo año, tras caer la contribución en 450.000 euros y las plusvalías en otros 290.000, además del incumplimiento de la regla de gasto por no poder imputar al presente ejercicio proyectos del plan de obras. La funcionaria tuvo que hacer pedagogía con el edil no adscrito, que justificó su apoyo a la moción del PP alegando que el pago de plusvalías es injusto, aunque dijo que los populares no están capacitados para sacar pecho sobre la carga impositiva a los ciudadanos. "Es muy grave estar en un debate económico hablando sobre cientos de miles de euros y no tener la mínima idea", reprochó Cuiña a Cruz en un pleno sin palabras altisonantes entre ambos. Es cierto que el PP fue consecuente reclamando ahora algo que ya había pedido hace un año, pero que el gobierno sacase pecho con su gestión económica o anunciase la bajada del IBI en solitario lo animó más si cabe para forzar la retirada de las plusvalías.