Las estadísticas dicen que la mitad de los que se apuntan al gimnasio para ganar masa muscular o adelgazar terminan por dejarlo. Esa pereza y la exigencia de conseguir resultados lo antes posible hicieron que la figura del "personal trainer" (PT) se hiciera popular en todo el mundo. De hecho, ya no son una moda entre las celebridades de sitios como Hollywood para pasar a ser algo de lo más natural. Lalín tampoco ha querido quedarse atrás y cuenta desde hace un tiempo con el Centro da Saúde e do Movemento (CSM) donde Alberto Mouriño y Aser Pereira ejercen de PT, aunque a ninguno de los dos les guste esa denominación.
Alberto Mouriño estudió Magisterio y es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Mouriño, que ha tenido que abandonar de manera momentánea una prometedora trayectoria deportiva como portero de balonmano, explica que en su centro "si viene un paciente con una patología que necesita hacer ejercicio, a partir de ahí nosotros vemos cuál es la mejor manera de tratarlo y le programamos un plan de entrenamiento". Uno de los fundadores de CSM recuerda que no le gusta la denominación de entrenador personal porque "parece como algo elitista, y yo creo que el tema de la salud tiene que ser accesible a todo el mundo; yo prefiero llamarle preparador físico, y punto". Mouriño matiza que la labor que realizan él y sus compañeros nada tiene que ver con la realización de una dieta alimenticia de su clientela, aunque reconoce que sí hay algunos que preguntan la posibilidad de este tipo de asesoramiento. "Este trabajo corresponde a un nutricionista, nosotros miramos qué le puede ir bien al ejercicio que realiza durante las sesiones de entrenamiento que les diseñamos".
Los responsables de CSM tienen claro que el ejercicio es una herramienta indispensable para combatir o controlar cualquier enfermedad diagnosticada por los especialistas sanitarios. "Sólo las patologías cardíacas están contraindicadas con la práctica del ejercicio, aunque hoy en día ya hay cardiólogos que proponen tratar alguna enfermedad de corazón con circuitos de alta intensidad, pero obviamente para llegar a esos puntos hay que estar muy preparado físicamente", indica Alberto Mouriño. Entre las personas que deciden ponerse en manos de estos jóvenes preparadores físicos personales se encuentran los que "por ejemplo, nos llegan con alguna deficiencia de fuerza en un hombro, gente con sobrepeso que necesita bajar su porcentaje de grasa corporal e incluso personas con problemas psicológicos para los que el ejercicio también es una buena herramienta", asegura Mouriño, que cuenta con una agenda de trabajo de lo más apretada durante toda la semana.
Lo cierto es que cada vez son más los lalinenses que se interesan por este tipo de entrenamiento. "En los 90 parecía que nos habíamos olvidado de la salud, pero todo el mundo sabe que es algo que se echa en falta cuando no se tiene", asegura uno de los fundadores de CSM. Mouriño está sorprendido por el incremento del número de hombres y mujeres de todas las edades que llaman a su puerta en para adentrarse en el mundo de la práctica del ejercicio saludable. De hecho, el actual trabajo le absorbe tanto en la actualidad que también ha tenido que dejar de lado de manera momentánea su labor en el proyecto de integración Working Wheels junto al también lalinense Álex Ferradás, flamante pregonero de las últimas fiestas patronales, donde aprovechó para reivindicar la visibilidad de las personas con discapacidad en la sociedad actual. Ambos pusieron en marcha una iniciativa admirada dentro y fuera de Galicia.
