Las administraciones locales de las comarcas han iniciado este año con un deuda viva total de 11.758.000 euros, que según sus previsiones presupuestarias van a aminorar al cierre de este ejercicio en dos millones. Mientras que Vila de Cruces propone este año liquidar algo más de la mitad de su pasivo, en Agolada la ambición es mucho menor al planear un recorte del 16%. Lalín, que al término del pasado año debía 4,2 millones de euros, dedica 821.658 euros a amortizaciones; es decir, el 19% de su pasivo total. Con una proporción casi idéntica a la del gobierno presidido por Rafael Cuiña ha trabajado el ejecutivo estradense de José López que, aun con una deuda mucho más baja, también propone liquidar durante este año casi el 19% del total de 2,6 millones de préstamos. Son medio millón los recursos reservados en sus presupuestos para amortizaciones. Menos ambiciosa es la administración silledense, que estableció en sus cuentas que al término de este ejercicio amortizaría algo más del 7% de los 2,9 millones. La cuantía para pagar deuda de Vila de Cruces es de 121.153 euros; algo más de la mitad de los 234.000 totales. Agolada consigna 182.000 euros para liquidar el 16% de lo 1,1 millones de euros. Dozón propone en su presupuesto en vigor 34.000 euros en amortizaciones y pagar así el 19% de los 175.000 euros de préstamos. En Cerdedo son 45.000 euros; el 12% de los 363.000 euros que debe.