El departamento municipal de Medio Ambiente de Lalín activó una nueva campaña para la erradicación de vertederos ilegales, que da continuidad a la puesta en marcha el año pasado. En este caso está más enfocada a la eliminación de aquellos acopios considerados peligrosos y está previsto que la actuación se realice en al menos nueve vertederos repartidos por distintas zonas del término municipal. Así las cosas, en la parroquia de Santiso hay dos, otros tantos en A Xesta y el resto son en Lagazós, Pozo Negro, Quintela (Catasós), A Goleta y en Xar, en Vilatuxe.

El Concello contrató a la empresa Excavaciones Naviceiro para coordinar esta intervención mediante una subvención finalista de la Xunta. Los trabajos dieron comienzo este lunes y entre los puntos de acopio ilegales destaca por ejemplo el primero de la parroquia de Santiso, que más que un vertedero localizado lo que existen son distintos puntos en la misma parroquia que presentan vertidos.

Los materiales que se están retirando son mayoritariamente pertenecientes a restos de construcción, entre los que hay desechos peligrosos y altamente contaminantes como el amianto. Asimismo, como suele ser habitual en estos vertidos, también hay una fuerte presencia de hormigón, plásticos, madera o restos metálicos. El proyecto de eliminación de depósitos incontrolados de basura se encuadra "como uno de los objetivos a cumplir durante este mandato, en el marco de la lucha por la recuperación y puesta en valor de los entornos naturales del municipio", afirma la concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso. La edil hizo hincapié además en los esfuerzos que está realizando la administración municipal en este proceso y sostuvo que el camino seguido para alcanzar esta meta es el adecuado. Además de recordar que con este tipo de campañas medioambientales ya procedió a la eliminación de vertederos en lugares como Belelle (Catasós), Zobra o Borralla (Prado), entre otros.

Alonso cita el daño inasumible que provocan este tipo de vertidos tanto al medio como a la ciudadanía, una vez que de las arcas públicas salen los recursos económicos para su erradicación. Por ello apela a la sensibilización y colaboración ciudadana "para acabar con esta lacra y dar con los insensatos que contaminan nuestro medio ambiente". En este sentido, la concejala aprovechó para recordar que ya está en vigor la ordenanza municipal de Medio Ambiente, que establece sanciones de hasta 3.000 euros por depositar residuos en la naturaleza. Pese a este trabajo, en un simple paseo por zonas de monte del municipio es fácil todavía localizar todo tipo de vertederos, por actitudes irresponsables de algunos vecinos.