El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, junto con su homólogo del municipio de Santiso, Manuel Adán, visitaron en el día de ayer las obras de optimización del acceso a la barcaza de Portodemouros. Esta lleva operando desde el mismo momento que comenzó a trabajar el ferry, en 1973, y desde entonces los vehículos que utilizan este servicio, que funciona principalmente como un puente entre la orilla de Loño (Vila de Cruces) y la de Beigondo (Santiso), eran cada vez de mayor envergadura y principalmente agrícolas, tales como tractores, camiones y sus respectivos remolques.

Por esa misma razón, ambas administraciones locales solicitaron ampliar el acceso y el vial de rodadura donde atraca el mismo ferry y así los usuarios pudiesen maniobrar con mayor facilitar y acceder a él. Después de presentarse el proyecto, se tramitaron las diferentes licencias tanto de obras de ambos concellos, como la autorización del órgano de administración de aguas que es Aguas de Galicia. El proceso de licitación para iniciar la actuación tardó alrededor de un año, hasta que a finales de julio se logró la última licencia por parte del Concello de Santiso para, de esta manera, poder comenzar las obras. Finalmente, la empresa encargada de la ampliación tuvo que esperar que el propio embalse bajara sus niveles de agua para proceder a la acometida de forma segura.

Las labores, presupuestadas en torno a 200.000 euros, ya se han iniciado hace tres semanas y serán, al menos, otros 20 días de trabajo los que están previstos dentro de la programación inicial llevada a cabo por la empresa ejecutora. De todas formas, ante el peligro de que lleguen las lluvias antes de lo previsto y provoquen una subida de la cota del embalse, el responsable de Explotación de Activos Hidráulicos de Gas Natural Fenosa, Luis Pertierra, certificó que" se aumentará el ritmo de trabajo para llegar al objetivo acordado". Cabe recordar, que en todo este tiempo el ferry han mantenido tanto su servicio como su horario sin ningún tipo de alteración.

Además de eso, Pertierra explicó que la actuación consta de una ampliación de unos 300 metros entre ambas márgenes y así facilitar el acceso a la barcaza desde la cota máxima del embalse, hasta las cotas habituales de explotación al nivel mínimo, que se dan principalmente a final de la época estival y a principio del otoño, debido a la escasez de lluvias. Esta cota alcanza aproximadamente de una cifra de 240 Hm3 por encima del nivel del mar, diez menos que la cota máxima, que puede superar en los 250 Hm3. El responsable aseguró que "el compromiso es cumplir con esa distancia entre ambas márgenes".