En su anterior etapa en Trasdeza, Urbaser había comenzado a prestar el servicio de recogida de basura en el año 1999. Sin embargo, después de quince meses sin cobrar, el gobierno del popular José Fernández Viéitez sacó a concurso una nueva concesión, por casi el doble de lo que costaba la anterior, que recayó en Celta Prix. Fue entonces cuando Urbaser inició un proceso judicial para reclamar deudas que mantuvo durante años.

El Concello de Silleda tardaría prácticamente una década en liquidar los impagos que le reclamaba la exconcesionaria de la basura. Lo haría en el año 2012, durante el gobierno socialista que presidía Paula Fernández Pena. Al abono del montante principal, que se elevaba a 89.900 euros, y tras una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, llegó a un acuerdo para pagar mensualmente los 135.000 euros correspondientes a los intereses de una deuda que se remontaba a 1999. Después de arduas negociaciones con la firma, el gobierno de Pena logró que esta aceptase una quita del 6% sobre la deuda principal, la paralización de los intereses y la condonación del interés adicional de un 2% ordenado por el juzgado. Con todo, las arcas municipales acabarían desembolsando casi el triple por los intereses que por la deuda principal, dado el tiempo transcurrido. Ahora, ya sin deudas de por medio, Urbaser afronta una nueva etapa en Silleda.