Los presupuestos expansivos con grandes inversiones y reserva de fondos para previsibles proyectos de otras administraciones ya no son tan comunes en los concellos de las comarcas. No obstante, la coincidencia con procesos electorales es motivo para los gobiernos de turno para presentar unas cuentas en las que se demuestre su capacidad inversora. Quizá ese sea uno de los motivos, al margen de otros efectos coyunturales, para que las cuentas de la liquidación del pasado año muestren la fortaleza y capacidad inversora de los ayuntamientos de Deza y Tabeirós, sobre todo estos balances se comparan con el resto de los de la provincia. Con los datos reales, la inversión real por vecino en los nueve concellos ha sido claramente superior al promedio provincial, que se sitúa en 94 euros por ciudadano. En la zona ninguna administración municipal bajó de los 105 euros.
Si nos ceñimos en primer lugar a las dos cabeceras comarcales hay que indicar que Lalín cerró las cuentas del pasado ejercicio con una inversión real de 4,7 millones, lo que supone casi 236 euros por habitante. En A Estrada el montante fue sensiblemente inferior al quedarse en 2,4 millones, o lo que es lo mismo el Concello empleó 117 euros por vecino a inversión real durante el pasado curso. En Silleda el montante total asciende a poco más de un millón de euros y el promedio baja hasta los 121 euros por empadronado. Vila de Cruces, el cuarto concello de las comarcas con mayor presupuesto, empleó 1,1 millones para inversión real, que establecen una media de 203 euros por vecino. Las cuentas de Rodeiro demuestran que finalizó el 2015 con proyectos por importe de 831.689 euros, quedando la inversión per cápita en 308 euros, siendo a su vez esta cifra la más ambiciosa de las nueve administraciones municipales. En Agolada el dato es de 271.567 euros y el promedio de 105. Mientras, en Dozón su liquidación presupuestaria arroja unas inversiones por valor de 315.899 euros y 269 por habitante respectivamente. Los dos municipios de Terra de Montes también superan los 200 euros por habitante. En Forcarei sus inversiones reales ascendieron a 841.251 euros y en Cerdedo fueron de 485.800. Así, sus balances por ciudadano quedaron en 228 y 265 euros respectivamente. Entre los concellos de la provincia con una menor inversión per cápita están: Bueu (64 euros), O Grove (48), Sanxenxo (42), Moaña (41) o Marín, con 36 euros. En Pontevedra capital fueron 98 euros y 50 en Vigo.
En otro orden de cosas, las cuentas también muestran, por ejemplo, el dinero que precisan estos ayuntamientos para el sostén de sus servicios básicos. Lalín destinó en concreto 8,4 millones, que a su vez son 424 euros por cada uno de los 20.005 vecinos con los que cerró el padrón del pasado año. A Estrada necesitó de sus cuentas municipales 4,2 millones. En Silleda el gasto fue de 2,4 y algo más de un millón en Vila de Cruces. En Rodeiro y Agolada las sumas fueron de 642.367 y 841.605 euros y de 153.060 en Dozón. La prestación de estos servicios fundamentales a la ciudadanía costó a Forcarei 1,4 millones de sus presupuestos anuales y en Cerdedo el montante se situó en casi 800.000 euros.
