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Tributos municipales

El impuesto de construcciones toca fondo en Lalín con la recaudación más baja en diez años

El Concello acaba de liquidar 73.100 euros en la cuenta de 2015 -El tope se logró hace una década, con 1,6 millones

El Concello de Lalín tuvo durante años en la sector de la construcción una de sus principales vías de financiación, además de una herramienta para el desarrollo de su modelo de trama urbana. Fueron tiempos en los que la administración local sacaba adelante licencias de obra para edificios, viviendas unifamiliares y el departamento municipal de Urbanismo funcionaba a un ritmo vertiginoso. Esta situación se mantuvo hasta que en 2008 comenzaron a saltar las alarmas y de las 35 licencias para la con strucción de otros tantos edificios, en los que se levantaron a su vez 754 viviendas, se pasó a solo siete y un centenar de hogares respectivamente.

El Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) ejerce como termómetro del sector del ladrillo y, en consecuencia, el parón de la actividad repercute en las transferencias por este concepto a las arcas municipales. Pese a que en los últimos meses los datos del paro hablan de una posible recuperación en este gremio, al bajar el número de demandantes en la construcción, los datos fiscales demuestran que en Lalín la construcción ha tocado fondo. Los 73.143 euros recaudados el año pasado de este tributo -ya con el dato real de la liquidación presupuestaria- así lo demuestran y suponen la cantidad más baja en la última década. Lejos quedan los años en los que este tributo llegó a reportar al ayuntamiento la friolera de 1,6 millones. Fue, en concreto, durante el año 2006, después de que doce mese antes se alcanzasen los 992.000 euros. Desde aquel récord las transferencias no pararon de bajar cada año hasta quedarse en una cuantía casi insignificante en comparación con los tiempos prolíficos de la construcción. En 2007 la capital dezana todavía aguantó un sector otrora clave en su economía y la recaudación fue de 971.670 euros. En 2008 cayó hasta los 691.000 y al año siguiente el ICIO sufrió un desplome muy importante, al quedarse en 293.000 euros. Ya en plena crisis económica y, en consecuencia también del sector inmobiliario, durante 2010 se marcó una leve recuperación y este tributo dejó una recaudación de 323.000 euros. Desde entonces y hasta el último balance contable del año pasado, estas cuantías han oscilado bastante, pero nunca suponiendo más de 25.000 euros mensuales de media. Así las cosas, en 2011 los ingresos fueron de 166.000 euros, 285.000 doce meses después y 117.000 en 2013. Hace ahora dos años las transferencias en concepto del tributo de construcciones se quedaron en 239.000 euros. En total, 5,7 millones en diez años.

La radiografía de la actividad inmobiliaria muestra lo que ocurrió en Lalín en los últimos años. Desde que en 1999 se aprobó el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) y entre 2013 se levantaron dos centenares de edificios y un total de 2.598 viviendas, además de otras 313 residencias unifamiliares. Entre 1999 y 2007 el promedio mínimo de construcción de edificios no bajó de 13 cada año ni de 170 viviendas más. Un dato a tener en cuenta es la última estadística vinculada población y hogares, que colocaba a Lalín como el municipio español de su categoría con más viviendas vacías; en concreto algo más de 3.000. Ante un exceso de oferta o precios desajustados para una villa de su dimensión, el Concello pasó 2011 y 2012 sin conceder ninguna licencia para nuevos edificios y hace ahora tres años solo hubo un permiso para 5 hogares. Otra de las consecuencias que deja en Lalín el pinchazo de la burbuja inmobiliaria son centenares de pisos en manos de los bancos, promotoras quebradas y bloques de viviendas completos sin acabar por la crisis.

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