Los servicios públicos son fundamentales para la conciliación de la vida laboral y familiar de las personas y, para ello, las administraciones disponen de infraestructuras para la infancia, mayores o centros específicos para personas con algún tipo de discapacidad. En la mayor parte de los casos esta oferta pública, como ocurre en la sanidad o en la educación, se ve complementada por proyectos de iniciativa privada en los que razonablemente priman los números y los volúmenes de negocio. Pero los organismos públicos también buscan en la empresa privada acuerdos para cofinanciar plazas, algo que ocurre desde colegios hasta residencias de mayores.
Cuando el debate sobre la incorporación de los dos sexos al mercado laboral ya no es un debate social, la creación de escuelas infantiles o guarderías es clave para lograr esa conciliación de la que hablábamos y para eso son precisos equipamientos públicos. En las dos comarcas, según el último informe hecho público por la Xunta acerca de los equipamientos sociales, funcionan una docena de guarderías públicas y privadas o concertadas en las que están disponibles un total de 553 plazas. Si comparamos este dato de finales del pasado ejercicio con los de 2011, en cuatro años el incremento de oferta se sitúa en exactamente 13 plazas a mayores. Y eso teniendo en cuenta que en este tiempo solamente se puso en marcha el Punto de Atención á Infancia (PAI) de Agolada, pues en el resto de los concellos de Deza y Tabeirós no hubo incremento de servicios. Aunque el número de guarderías no varió, sí en algunas de ellas y siempre según el informe de la Xunta, el censo de plazas autorizadas es sensiblemente menor.
Estas hasta un máximo de 553 matrículas disponibles en las guarderías de las comarcas representan que en principio se cubra un tercio de la población de niños con edades comprendidas entre los cero y tres años. El Deza y Tabeirós hay, atendiendo al último padrón de habitantes, 1.718 menores dentro de este tramo de edad. Lalín es la localidad que más plazas de guarderías oferta, tanto ahora como hace cuatro años, una vez que mantiene tres instalaciones de este tipo que a su vez totalizan 165 plazas. Son las mismas pese a que el censo de potenciales usuarios ha caído en este período, pasando de 651 pequeños de entre cero y tres años a 594.
En Silleda el registro de menores que podrían matricularse en estas escuelas aumentó desde los 242 a 247 niños. En lo que respecta al número de plazas, tanto antes como ahora, constan 125. En Vila de Cruces funciona desde hace unos años una escuela infantil de la red del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, como las dos que hay en Lalín o la que funciona al lado del colegio público de la capital trasdezana. Sus dependencias tienen capacidad para 61 usuarios, dos menos que las plazas autorizadas hace cuatro años. En lo que respecta a los potenciales alumnos en solo estos 48 meses esta localidad pasó de 145 niños de hasta tres años a 86.
En Rodeiro los progenitores de los 40 menores que figuran en el último padrón, frente a los 45 de 2001, tienen disponible un PAI en las inmediaciones de la casa consistorial que conserva una veintena de plazas, las mismas que hay en el recinto semejante operativo en Agolada, donde están censados 30 niños. En Dozón, con una decena de pequeños de hasta tres años, no hay guarderías ni centros de atención a la infancia. En A Estrada, en estos años y a la espera de la próxima guardería de la Xunta, constan dos infraestructuras con capacidad para 132 niños. En la capital estradense el censo de niños de entre cero y tres años es de 625, 24 más que los habidos en 2011. Forcarei y Cerdedo mantienen en cada caso un recinto para menores con una veintena y una treintena de plazas respectivamente. La población de estos menores es de 57 y 29 pequeños. En el caso de Cerdedo hubo un recorte de cinco puestos autorizados por la administración autonómica.
Residencias
Los centros de atención a mayores o personas en situación de dependencia también son claves en la conciliación y en las comarcas existen 13 residencias o geriátricos públicos y privados. Lalín cuenta con cinco centros de mayores con capacidad para 307 personas. En Silleda hay uno que tiene 18 disponibles y el cruceño oferta 49, por 12 del que hay en Rodeiro. Agolada y Dozón carecen de residencias. En A Estrada figuran dos con 40 plazas y el geriátrico de Forcarei suma hasta 106, mientras que el que está dado de alta en Cerdedo dispone de un máximo de 48.
