El concejal no adscrito Juan José Cruz valora las manifestaciones del alcalde en los mismos términos que el PP. Así, entiende que Cuiña debió reflexionar y se dio cuenta de que visionar los vídeos era un delito. "Ahora sale para contradecir lo que dijo y perder más credibilidad de la poca que le quedaba. Hay que ser doblemente torpes para ahora querer convencernos de que no es un espía", afirma. A su entender, el mandatario se vio obligado a cambiar de versión por miedo a ser condenado en un juicio; uno más, suma y sigue". Juan José Cruz alega que lo que debería hacer el mandatario local es pedir perdón, aunque con este tipo de cuestiones, opina el concejal, demuestra "día tras día su torpeza y la incapacidad para continuar siendo alcalde de Lalín".

Además, aduce, fruto de este revés decide "echar el muerto" a un trabajador municipal diciendo que fue el le contó la secuencia de la reunión con Crespo "con pelos y señales". Insiste en que el alcalde debió "apandar" con sus palabras y cuestiona la credibilidad de una persona imprudente y con "incontinencia verbal", concluye el exconcejal del gobierno lalinense.