El alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, aprovechó esta comparecencia de ayer para puntualizar algunas cuestiones que estima claves en la modificación de ordenanzas para el próximo año. Aludió a que pese a la buena salud económica actual, no es posible invertir esos fondos al estar supeditado el Concello a las leyes del Gobierno Central. "Si no se pueden hacer cosas no será por el trabajo de este equipo de gobierno", dijo. En relación al cambio de la presión fiscal afirmó que el ejecutivo actual apuesta por bajar impuestos a los vecinos, "mientras otros los subieron ferozmente durante los años más duros de la crisis". Además de citar la merma de ingresos para 2017 recordó que será necesario seguir amortizando deuda o hacer frente a entre 60.000 y 100.000 euros que costará regularizar el personal municipal. "Este gobierno no coloca el IBI al 0,5% o cobra las plusvalías pensando solo en recaudar para luego pagar edificios de 17 millones de euros. Los vecinos de Lalín no merecen eso", adujo.

En relación a la posición de la oposición de echar abajo proyectos que no comparte, el mandatario apostilló que tanto en este sentido como en temas que está proponiendo el PP "demuestran claramente que quieren poco a Lalín y no respetan la voluntad de cambio de los ciudadanos".