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El observatorio de Zarragrande reabrirá al público antes de Navidad

- El dueño incorpora un generador eléctrico para abrir la cúpula - Sigue pendiente bautizar una calle con el nombre de José López

Antonio López posa ante el observatorio que construyó su padre hace 23 años. // Bernabé/Gutier

El observatorio astronómico que en 1993 construyó José López en Zarragrande, en una colina de Vila de Cruces a 585 metros de altitud, volverá a abrir sus puertas antes de Navidades. Así lo confirma su hijo José Antonio, que se encarga desde hace años de las labores de mantenimiento de las instalaciones. En los últimos días varios operarios se encargan de pintarlo, y el centro dispone ya de un generador eléctrico que permitirá que se vuelva a abrir la cúpula, que permanece inactiva desde hace varios años después de que los ladrones robasen el cableado eléctrico que daba suministro a la construcción.

Antonio López calcula que el observatorio lleva parado "unos cuatro ó cinco años", y no descarta que a medio plazo puedan realizarse actividades en colaboración con el Concello. Eso sí, el observatorio continuará en manos privadas, a diferencia de los otros dos que hay en Deza y Tabeirós-Montes: el de Aller Ulloa, en el casco urbano de Lalín, y el de Forcarei.

De cara a esta nueva etapa, también pueden retomarse los contactos con la USC, en concreto con el profesor Ángel Docobo, de cara a la inclusión del observatorio en una red de actividades. Esta posibilidad se tuvo en cuenta hace ya varios meses. Desde el Concello el alcalde, Jesús Otero, admite que sigue pendiente el bautismo de una calle con el nombre de José López, una idea que también se expuso hace varios años ya.

El constructor del observatorio trabajó como vigilante de las minas de Fontao pero ya desde joven mostró una gran afición por el mundo de la astronomía. A los 77 años montó el complejo y se puso a estudiar matemáticas y trigonometría para entender aún más el universo. El tercer telescopio que adquirió para el observatorio costó 24.000 euros y vino directamente de Estados Unidos. El observatorio guarda también restos de un meteorito.

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