Lalín pone en marcha una iniciativa pionera en toda Galicia que mejora la geolocalización de parcelas. El primer teniente de alcalde, Nicolás González Casares, y el concejal de Actividade Agraria, José Manuel Hermida, presentaron ayer una aplicación que a partir de la semana que viene estará disponible para todos los ciudadanos en el sitio web www.lalin.org. y que da un paso más allá de los servicios que ofrece Catastro.

Durante la presentación de esta herramienta a los medios, González Casares recordó que la intención del actual gobierno es reducir a los 500 metros la distancia que deben guardar las nuevas granjas avícolas y cunícolas de los suelos de núcleo rural. Actualmente, tanto estas explotaciones como las de porcino tienen que estar a más de 1.000 metros de la aldea más cercana, mientras que las de vacas han de situarse a, por lo menos, 50 metros de distancia del núcleo. A la hora de construir una granja, además de estas normas también hay que tener en cuenta otras cuestiones como la proximidad a ríos o arroyos (los ríos tienen una zona de policía de 100 metros). Incluso, si se trata de una granja porcina de más de 1.000 cabezas, ha de guardar 1.000 metros de distancia de otra explotación de idénticas características.

"Dado que esto genera cierta confusión, ponemos en marcha una aplicación para que cada vecino sepa, desde su casa, si le sirve su finca para construir una granja", explica González Casares. La aplicación permite, una vez seleccionada la finca, consultar si existen cerca de la misma explotaciones ganaderas (de cualquiera de los tipos mencionados e identificadas por determinados colores) y si la parcela está a suficiente distancia de los núcleos de suelo rural. Además, los técnicos del concello contarán con información adicional como en qué año se construyó la granja y quién es el propietario de la explotación.

"Es un sistema de geolocalización, pero con una aplicación importante" indica el teniente de alcalde. Durante la consulta, es muy posible que aparezcan explotaciones ganaderas en la zona de policía de ríos, y es porque estas granjas tramitaron el correspondiente permiso ante Augas de Galicia, o en zonas donde en teoría no se guarda la distancia con núcleos de suelo rural, pero en estos casos resulta que esos núcleos ya están deshabitados y por eso pudo construirse la explotación. Es lo que ocurre con alguna avícola en el Candán, como indicó González Casares, que señala que alguna granja antigua puede estar a 900 metros, en lugar de a 1.000, porque antes se medía sobre plano y era más impreciso.

Así, según la granja sea cunícula/avícola o porcina, la herramienta marcará la zona que queda libre para construir. Se trata, en suma, "de abrir una ventana tecnológica de acceso a los ciudadanos", como indica González Casares, a la par que se les ofrece a los técnicos una dotación más rápida a los técnicos municipales, que así evitan tener que consultar en Google Earth. El político insiste en que se trata de facilitar a los ciudadanos la información de que dispone el Concello "para que ellos puedan tomar sus decisiones".

Esta aplicación supone un ejemplo práctico de la filosofía que seguirá Lalín para llegar a convertirse en una ciudad inteligente o smart city. Por eso, los planes del cuatripartito pasan por, en un futuro, disponer de una herramienta similar para el casco urbano, que permita saber qué hay en cada parcela: si una cafetería abierta en un año concreto, si una licencia de obras concedida en determinado ejercicio...

Jornada de formación

Esta aplicación está diseñada por Tysgal y costó a las arcas municipales 1.800 euros, un precio que resulta ridículo en comparación con el servicio que puede prestar a toda la ciudadanía, sea o no ganadera. Además de incorporar todas las explotaciones existentes, se irá actualizando según se vaya construyendo cada nueva granja. Para que los técnicos de la Oficina Agraria se familiaricen con el sistema, habrá para ellos una jornada de formación este lunes.