El concesionario Iglecar Auto comenzó como Autos Pontiñas en Lalín en 1996, después de que José Iglesias comenzase en Monforte, a mediados de los 80, con la marca Opel. Su hijo, José Antonio, hace un balance de cómo vive el sector la salida de la crisis.
-¿Van recuperándose las ventas?
-Fueron unos meses buenos, porque se notó el plan PIVE, pero nuestra zona sigue delicada y no podemos confiarnos. Hubo una mejoría de ventas, por ese plan, en el coche nuevo, porque las marcas hacen campañas promocionales para financiarlo. Hay que pensar también que antes un coche de segunda mano podía tener cinco años, y ahora llega a laos 12 ó 13.
-¿Qué busca el cliente?
-Va por tendencias, ahora se llevan los coches suv, que son como pequeños todoterrenos. Se trata de vehículos muy versátiles, altos pero sin dimensiones exageradas. En nuestro caso, quiero decir Opel es líder de ventas a nivel nacional porque ofrece un producto renovado y con avances de clase premium para todos los bolsillo. Me refiero a que todos nuestros vehículos incorporan wifi gratis el primer año, de modo que si el cliente tiene un accidente un asesor va a contactar con él y mandarle una ambulancia, si es necesario. Además, nuestros modelos permiten contactar a través del teléfono móvil para abrir o cerrar las puertas del coche o saber cómo está el depósito. Es algo único en nuestra gama.
