El Concello de A Estrada ha completado una primera fase de su plan de supresión de barreras arquitectónicas. Consciente de que calles y establecimientos de acceso público pueden presentar problemas de accesibilidad y, en ocasiones, barreras infranqueables para personas en silla de ruedas o con movilidad reducida, ha centrado una primera etapa de actuación en los pasos de peatones de la villa, realizando una treintena de intervenciones.
Personal municipal ha ido supervisando distintas zonas de la localidad para urgir obras en materia de accesibilidad. En algunos casos se mejoró el acceso a plazas de estacionamiento específicamente reservadas para personas con discapacidad, ya que se comprobó que en algunos casos existía un bordillo después de esta área. Además de construir rampas en estos puntos. este mismo sistema se aplicó en múltiples pasos de peatones, eliminando los muchos bordillos que presentaban a uno y otro lado, con ejemplos reiterados distribuidos por el casco urbano.
Se consideró desde el gobierno que suprimir las barreras en estos puntos para el cruce de calles resulta prioritario. Por tanto, las obras ejecutadas hasta el momento se centraron en asegurarse de que en los pasos de cebra exista una rampa para facilitar la bajada a la calzada y la subida a la acera al otro lado. Y es que, como queda avanzado, una de las barreras arquitectónicas más frecuentes hasta ahora en el casco urbano de A Estrada consistía en pasos de peatones que, o bien no presentaban rampa en ninguno de sus extremos o bien este elemento se colocaba en un solo lado, aguardando el bordillo al cruzar la calle. Este tipo de casos obligaban al usuario a terminar invadiendo la calzada para cruzar la vía o a buscar un recorrido alternativo. Estas situaciones se daban en algunas de las calles más céntricas de A Estrada y en zonas con una urbanización relativamente reciente.
Completada esta primera fase de supresión de barreras, el teniente de alcalde, Juan Constenla, reconoce que habrá que continuar avanzando hasta lograr una villa más accesible para el disfrute de todos. Reconoció que los edificios municipales tienen bastante avanzado en esta materia, ya que en su mayoría disponen de accesos sin barreras, ascensores y, en buena parte de los casos, de plazas de estacionamiento reservadas en las proximidades, caso de las dos reservadas en la Casa das Letras o las existentes junto al Novo Mercado.
Constenla recordó que el proyecto A Estrada Social e Sostible (AESS) incorpora varias iniciativas que buscan potenciar la creación de una villa más accesible para disfrute de todos los ciudadanos, si bien se trata de cuestiones que tendrán que ir planificándose en firme a medida que se desarrolle un programa que acaba de conseguir 5 millones de euros de fondos europeos.
Al ser preguntados por el caso estradense en diciembre de 2014, usuarios de Cogami ofrecieron un detallado balance en el que A Estrada no salía muy bien parada. Reconocieron entonces que la "calle principal" está bien pero que a medida que se avanza hacia la periferia la cosa se pone cada vez peor. A poco que se mire, aceras excesivamente estrechas, pasos de peatones sin rampa, con rampa en un solo lado o con alturas y pendientes imposibles eran, aseguraron entonces una constante. Indicaron desde Cogami que, en general, los supermercados existentes en A Estrada sí apuestan por esta accesibilidad, algo que no pueden decir establecimientos en los que para entrar es necesario subir o bajar escalones.
