La Brigada de Obras del Concello de Lalín acaba de finalizar los trabajos de señalización del nuevo eje de conexiones peatonales que unen, principalmente, el Paseo do Pontiñas y el Lalín Arena. El sistema de enlaces fue creado mediante el aprovechamiento de caminos y la recuperación y acondicionamiento, principalmente, de tareas de desbroce de senderos ya existentes.

El teniente de alcalde, Nicolás González Casares, explica que como impulsor de esta iniciativa lo que se hizo fue colocar señalizaciones con el símbolo Roteiros de Lalín. Son indicadores respetuosos con el entorno, pero al mismo tiempo claros y funcionales, buscando así que cada ciudadano pueda adentrase en los caminos sin miedo a perderse. Estos trabajos no supusieron la realización de obras complejas, como puede ser la disposición de sistemas de iluminación, sino que consistieron simplemente en el adecentamiento, señalización y conservación de caminos. El representante municipal apunta además que este nudo de conexiones es el precursor del futuro Cinto Verde de Lalín, que consiste en la creación de una senda peatonal de unión entre los dos extremos del Paseo do Pontiñas para uso de los vecinos. En este caso este proyecto se encuadra dentro del plan Edusi, del que Lalín recibirá 5 millones de euros de fondos europeos.

La creación del actual nudo de conexiones permite activar un sistema de tránsito seguro en la parte inferior del paseo fluvial y el multiusos, pero aumenta las posibilidades de los usuarios del Pontiñas, que pueden variar así sus itinerarios a pie. Casares destaca que hay tres nuevos recorridos. Uno, de 1.100 metros, parte del Lalín Arena y regresa al mismo punto tras pasar por el Paseo do Pontiñas. La segunda ruta tiene aproximadamente 1,3 kilómetros y permite realizar a los vecinos una variante del espacio natural, pasando en este caso por terrenos de bosque autóctono de la conocida como Carballeira da Crespa. El tercer itinerario, también de 1,3 kilómetros, comunica el Arena o el Pontiñas con la zona de A Romea (entre Donramiro y Botos), atravesando caminos existentes. Estas variantes también permiten conectar de forma peatonal y segura el paseo fluvial con la iglesia parroquial de Santa María de Donramiro.